El pianista Claudio Arrau, chileno de origen, alemán de adopción, ciudadano del mundo desde los años 30 hasta su muerte en 1991, habría cumplido cien años el próximo 6 de febrero. El aniversario es celebrado en Francia con la publicación de una biografía y con una reedición de su legado discográfico.
Arrau es considerado por los especialistas como uno de los más importantes virtuosos del piano del siglo XX, a la par que Horowitz, Rubinstein, Fischer, Kempff y Richter.
Su talento fue reconocido tardiamente por el gran público en Francia. Pero los países germánicos, América Latina y Estados Unidos fueron mucho más receptivos a su talento, en particular a su "técnica deslumbrante y flexible", a su "estilo soberano", a su "fidelidad al compositor" y a su "repertorio universal".
El libro que se publica coincidiendo con su centenario, "Appassionata, Claudio Arrau, prodige, dandy, visionnaire", publicado por la editorial francesa Nil, es obra de André Tubeuf, profesor de filosofía y crítico musical de la revista Le Point, que fue -según declara él con humildad- "todo lo más alguien que frecuentó" a Claudio Arrau.
No obstante, esa "frecuentación" regular a partir de 1965 da un tono personal a la semblanza del hombre y del pianista que él hace y profundiza, admirativo, a lo largo de las páginas, que remontan hasta la infancia de Arrau y su formación en Berlín como alumno de Martin Krause (su segundo padre), uno de los últimos discípulos de Liszt. Lo que hizo de Claudio Arrau el heredero de Beethoven y de Czerny.
El pianista argentino Daniel Barenboim fue, como Arrau, "precozmente habitado por la música" y también "vino a Europa para tratar de convertirse en un músico universal". Borenboim atestigua en el prefacio del libro de André Tubeuf sobre la "moral pianística" de Arrau. "Era escrupulosamente fiel al texto (y en esto muy avanzado para la época), objetivo, esencialmente serio", dice.
Para Daniel Barenboim, Claudio Arrau era asimismo "un romántico de alma". "Es gracias a los pocos músicos tan completos como él que el pase del mundo de un siglo al otro pudo hacerse", afirma.
Paralelamente, el sello Philips publica en ocasión del centenario del nacimiento del músico chileno una colección de discos titulados "Arrau Héritage" a lo largo del año 2003. A fines de enero saldrán al mercado seis CD con la integral de las grabaciones de Liszt interpretadas por Claudio Arrau y diez CD con la integral -inconclusa- de las sonatas de Beethoven, grabadas por el pianista en los años 80 y completada con "Claro de luna" y "Hammerklavier" de su primera integral para Philips, y con las "Variaciones Diabelli", grabadas en 1952 para el sello norteamericano DECCA.
Publicidad
Seguirán un álbum de Schubert y Debussy, en el mes de marzo, uno de Chopin y Brahms, en mayo, y uno de Bach y Schumann, en junio.