El aspirante del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (Prian) dice que para cambiar la salud en Ecuador hay que estar en el poder.
A principios de julio de este año, el diario El Tiempo de Bogotá recogía como un hecho curioso la convocatoria realizada a través de televisión por el candidato Álvaro Noboa para que los aspirantes a la Vicepresidencia de la República se presenten a su oficina con la respectiva hoja de vida.
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Naturalmente la convocatoria no rindió frutos, pero comenzaron a barajarse muy diversos nombres para acompañar la candidatura del empresario guayaquileño.
Un mes más tarde, el 13 de agosto, el mismo Noboa solicitaba a su amigo, el médico Marcelo Cruz Utreras (59 años), que le enviara a su oficina en la Molinera (al sur de Guayaquil), su currículo porque quería confiarle una importante función en su gobierno. La oferta, una semana más tarde fue acompañarlo en el binomio electoral.
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Marcelo Cruz no era nuevo en la política. Confiesa que comenzó a interesarse en ella cuando participó en la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) de la Universidad Central, en 1968. Doce años más tarde llegó al Ministerio de Salud como asesor ad-honorem del entonces ministro Francisco Huerta y se vinculó a la Fundación Eugenio Espejo, creada y regentada por Huerta.
En 1984 acompañó al socialdemócrata Hugo Caicedo en su campaña y, finalmente, en 1996, llegó nuevamente al Ministerio de Salud bajo el gobierno de Abdalá Bucaram, como parte de la cuota política de Rosalía Arteaga. Allí permaneció hasta la caída del régimen y, si bien no existe acusación alguna de supuesta corrupción a su gestión, a diferencia de otros funcionarios de ese régimen, personas cercanas a esa secretaría de Estado hablan de que el ministro Cruz debió aceptar el ingreso a esa dependencia de partidarios de Bucaram.
Allí, Marcelo Cruz conoció a Álvaro Noboa. Cultivó con él una buena amistad, lo acompañó en la campaña de 1998, pero principalmente colaboró con la fundación que dirige la esposa de Noboa, cuya opinión habría pesado en la decisión del candidato de invitar a Cruz a compartir la papeleta electoral. “La campaña electoral de Álvaro Noboa en 1998 tuvo como base mi casa”, afirma Cruz. El candidato vicepresidencial justifica su intervención política afirmando que muy pronto entendió que para realizar las acciones primordiales en el campo de la salud era necesario llegar al poder.
El candidato vicepresidencial del Prian realizó sus estudios de medicina en la Universidad Central y se especializó en neurología en Boston. Es uno de los cinco facultativos en el Ecuador que integran el gremio norteamericano de neurólogos.
Marcelo Cruz conoció a su esposa actual -española de origen filipino-, a través del hermano de ella, José Culebras, una de las eminencias en Estados Unidos en el campo de la epilepsia, en 1974. Cruz ha mantenido su relación profesional con su hermano político y con otra celebridad española, José Ricoy, que fue funcionario del gobierno de Felipe González. Según algunos colegas de Cruz, el médico ecuatoriano ha aprovechado estas vinculaciones para impulsar investigaciones en el país, como la que iniciara el doctor Marcelo Placencia, sobre la epilepsia en el Ecuador.
Posteriormente ha realizado prácticas en la clínica Mayo de Rochester y fue becado en Francia para realizar estudios sobre neurología tropical.
Entre España y Ecuador
Marcelo Cruz compartía, hasta agosto, las funciones de jefe de neurología en el Hospital Mediterráneo en Alicante y la atención a sus pacientes en el Ecuador. Una visita al país cada cuatro semanas que parecía al principio desatinado, pero que, según Marcelo Cruz ha funcionado con éxito y le ha permitido mantener un contacto permanente con el país.
¿Qué le llevó a Marcelo Cruz a radicarse en España? En buena medida por sus excelentes relaciones con profesionales de neurología. Aunque algunos colegas suyos en el Ecuador le manifestaron a este Diario, que Cruz generó polémica allí donde estuvo, por ejemplo en el Hospital del Seguro o en el Metropolitano.
En España se ha vinculado a organismos de apoyo a los inmigrantes ecuatorianos y mantiene, con su esposa, la Fundación Amigos del Ecuador, que apoya tanto a los emigrantes como a grupos indígenas.
Marcelo Cruz es quiteño y tiene cuatro hijos (un quinto fallecido) y tres de ellos cursan la universidad en España. El mayor estudia medicina en Salamanca; el segundo, ingeniería industrial; un tercero, odontología. Su esposa se llama Manuela Culebras Fernández.
Hay quienes, en el entorno de Álvaro Noboa Pontón, sostienen que el candidato presidencial no actúa con Marcelo Cruz muy distinto que con otros miembros de su entorno: no mantiene los oídos muy abiertos a sus opiniones y prefiere actuar por su cuenta.
El candidato vicepresidencial, sostiene un informante, está más cerca de la esposa de Noboa que de su propio compañero de fórmula.