El líder izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva ganó este domingo la Presidencia de Brasil con 63% de los votos, informó el instituto Ibiope con base en un sondeo a boca de urna.
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Los brasileños votaron en la segunda vuelta presidencial convencidos del triunfo del líder izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, cuyo Partido de los Trabajadores (PT) ya prepara el próximo gobierno de la undécima economía del mundo, agobiada por su deuda externa.
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"Creo que ya llegamos", dijo Lula, 57 años, al votar en su municipio de Sao Paulo, y la misma sensación parecen tener los millones de brasileños que ya desde el sábado paladean la victoria que todas las encuestas auguran al ex líder metalúrgico ante el oficialista Jose Serra.
El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, al depositar su voto en una escuela de Sao Paulo, elogió el vigor de las instituciones democráticas brasileñas y afirmó confiar en que quien le suceda tendrá sentido de responsabilidad.
"Es un día histórico. Una vez más, Brasil dio demostraciones claras de que es un país democratico que elige a su presidente, a sus gobernadores, en un clima de libertad y tranquilidad", dijo el mandatario quien entrgará el gobierno el próximo primero de enero del 2003.
La plana mayor del PT ya comenzó a trabajar para poner en marcha desde el lunes la transición hacia el primero de enero cuando el presidente Fernando Henrique Cardoso deje el poder y entregue un país con 54 millones de pobres de sus 160 millones de habitantes, 12 millones de desempleados y una deuda de 202.000 millones de dólares según la última cifra oficial de agosto, que equivale al 60% del PBI.
"Trabajaremos con la perspectiva de que 2003 será un año de crisis", afirmó José Dirceu, presidente del PT y principal escudero de Lula, quien dijo estar armando una coalición centroizquierdista.
Dirceu declaró al diario Folha de Sao Daulo que un gobierno de Lula buscará un superávit fiscal elevado para honrar los compromisos de la deuda y contener la inflación.
En el diario O Globo, Dirceu declaró que ya está pensando en el gobierno y negó que el PT haya resuelto escoger para el área económica a personas que sean respetadas por los mercados y asignar las áreas sociales a miembros del partido.
Las negociaciones políticas comenzarán el mismo lunes, dijo Dirceu, quien da por segura la victoria de Lula, así como lo manifiestan sus entusiastas electores en las calles y playas de Brasil, donde predomina el color rojo del Partido de los Trabajadores.
Favorito de todas las encuestas y confiado en la victoria, Lula da Silva votó esta mañana en un colegio de Sao Bernardo do Campo, cuna del PT, mientras que su adversario oficialista José Serra sufragó en un barrio de clase media alta de Sao Paulo.
Con una sonrisa de oreja a oreja y acompañado por su esposa Marisa y la alcaldesa de Sao Paulo, Marta Suplicy, Lula alzó sus brazos en señal de victoria
El candidato fue acompañado por centenares de partidarios, que desde temprano rodearon su casa, le regalaron una torta y entonaron la canción de feliz cumpleaños pues este domingo cumple 57 años, aunque fue inscripto el 6 de octubre, fecha de la primera vuelta electoral.
Por su parte, Serra afirmó luego de votar que la Presidencia "se decide en las urnas y no en las encuestas". "Estoy orgulloso de que mi nombre esté siendo sometido a la decisión del pueblo", afirmó.
En la mayor parte de Brasil las urnas se abrieron a las 08H00 locales (11H00 GMT). El proceso electoral que designará al sucesor de Cardoso se prolongará hasta las 17H00 locales (20H00 GMT), y la consultora de opinión pública Ibope dijo que a partir de ese momento dará a conocer los resultados de sus encuestas a boca de urna.
Una encuesta del instituto Datafolha indicó en la noche del sábado que Lula cosecha 58% de las intenciones de voto y su rival oficialista 32%. En la primera vuelta de las elecciones, disputada hace tres semanas, Lula obtuvo 46,4% de los votos contra 23,2% de Serra.
En los comicios de este domingo están habilitados para votar 115 millones de brasileños mayores de 16 años. En 13 de los 27 Estados y en el Distrito Federal de Brasil, los ciudadanos elegirán también en segunda vuelta a sus nuevos gobernadores.
La jornada electoral transcurría sin incidentes mayores por lo menos hasta pasado el mediodía (15HOO), según voceros del Ejército. Las fuerzas armadas despacharon efectivos a 11 estados y al distrito federal de Brasilia para tareas de apoyo y colaborar con la seguridad.
En Rio de Janeiro, en donde los narcotrafricantes tienen en jaque a las autoridades, 3.000 soldados salieron a la calle como en el primer turno para colaborar en tareas de seguridad.