Hace un año, cuando periodistas del diario The New York Times le preguntaron a Carlos Vives de qué se trataba su música, él les explicó del origen de la cumbia y el vallenato, nacidos de los ritmos africanos a orillas del río Magdalena, en Colombia. Les contó cómo había querido tomar esas raíces y hacerlas germinar en tierra más joven, con nuevos arreglos e instrumentos de rock, y cómo lo que muchos pensaron que iba a ser un engendro se convirtió en música que rompe fronteras. Los periodistas percibieron en esta historia una especie de deja vu: el Magdalena era como el Mississippi, donde nació el blues negro y luego el rock and roll, que un atrevido muchacho blanco adaptó y popularizó. Entonces el periódico llamó a Carlos Vives El Elvis Presley Colombiano.Podrían tener razón. Vives lidera un movimiento musical que los medios estadounidenses han llamado “la avalancha colombiana”, junto con artistas como Shakira, Juanes y Cabas, que tuvo una gran noche en la reciente entrega de premios Grammy Latinos. El cantante recibió una ovación de pie por su vistosa interpretación del tema Carito con su grupo típico y una maestra de inglés impartiendo clases a su hijo Carlos Enrique.Ganó dos premios por Déjame entrar: Mejor Álbum Tropical y Mejor Canción Tropical.Carlitos esperaba más de sus seis nominaciones, pero por lo menos no se repitió la historia del 2000, cuando salió con las manos vacías a pesar de estar siete veces postulado. Eso le dejó un sabor amargo y decidió no presentarse a la entrega de los Grammy norteamericanos en febrero de este año, donde irónicamente ganó el premio al Mejor Álbum Tropical Tradicional.<strong>Déjame entrar</strong><br /> El título Déjame entrar ha sido como una cábala, todas las puertas se han abierto para el cantante y su banda La Provincia, que nació en 1991 cuando Vives protagonizó la telenovela sobre la vida del compositor de vallenatos Rafael Escalona. El papel exigía cantar y el actor fue escogido pues ya había grabado dos discos de baladas.Luego de ver la respuesta del público latinoamericano a la música de la telenovela, Vives formó la banda para tratar de romper los parámetros tradicionales de la música colombiana.“Los argentinos partían de su tango y de un rock muy auténtico, los estadounidenses partían de la música del Mississippi. Yo dije: Tengo mi río Magdalena, tengo el vallenato que me ha enseñado que es hijo de la cumbia. Entonces, hice la unión”, explica.<br /> Fusionó músicos e instrumentos de cumbia con rockeros y guitarras eléctricas. Muchos miraron escépticos ese primer encuentro, pero después del éxito de La gota fría, en 1993, a nadie le quedó dudas: Carlos Vives era una estrella internacional y con él, el vallenato.Pero ahí no acabó la inventiva, en las siguientes producciones agregó a la receta algo de salsa, merengue y reggae; algunas bien acogidas como La tierra del olvido (1995), y otras que por ser muy experimentales no tuvieron el éxito esperado, como es el caso de Tengo fe (1997).En 1999 trabajó con Emilio Estefan Jr. en la producción de un álbum que sonó fuerte durante su gira en Estados Unidos: El amor de mi tierra.Con ese antecedente, cuando salió su último disco en noviembre del año pasado, la canción Déjame entrar llegó al primer lugar de las listas de radios latinas en una semana. Carlos Vives había entrado al mercado anglosajón por la puerta grande, pero no le gusta que le pregunten si va a cantar en inglés para lograr el famoso cross over que es como el examen final que se han impuesto los intérpretes latinos. “Soy lo que soy y procuro valorar eso, aunque gane menos plata. Me preocupa que den a entender que uno es menos porque cante en español. Para ser alguien en la música, no es necesario hacerlo en inglés”, sostuvo.<strong>La fama</strong><br /> En todos estos años el colombiano ha hecho más que música, tiene su propia empresa productora de televisión (Gaira Producciones), donde aplica su profesión de publicista y actualmente analiza una propuesta de Fernando Gaitán, el escritor de Café con aroma de mujer y Betty la fea, para protagonizar la telenovela Las noches de Luciana, junto con su ex esposa Margarita Rosa de Francisco.Hace poco Vives se mudó a Miami con su esposa desde hace once años, Herlinda Gómez, y sus dos hijos, Carlos Enrique de 10 y Lucía de 6. La fama en Estados Unidos viene con efectos secundarios, ahora tiene que cuidarse del acoso de la prensa de espectáculos que anda buscando al siguiente Ricky Martin y trata de sorprenderlo cuando sale a remar con sus hijos o los lleva a la escuela.Hay un gran interés en él, y probablemente no pasará pronto porque no es el producto de una moda, sino de una sólida carrera y de la colaboración de un grupo de músicos consagrados, entre ellos Egidio Cuadrado, su acordeonero, que lo acompaña desde que participaron en Escalona.Carlos Vives y La Provincia realizan una gira musical con cerca de 40 presentaciones entre Estados Unidos, Centro y Sudamérica, que pasará por Guayaquil el 8 y por Quito el 10 de octubre.Comente en nuestro Foro: <a href="http://servicios2.eluniverso.com/Foros_de_Discusion/default.aspx?ForoId=24">Colombia tiene una avalancha de cantantes famosos, Carlos Vives es un ejemplo de eso, ¿por qué cree que los artistas ecuatorianos no tienen tanto éxito en el extranjero?</a>