En la cita, que se desarrolla en el hotel Marriott, participan 52 delegados sudamericanos y de España; representantes de entidades como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Se discuten medidas comunes para garantizar los derechos humanos de los migrantes y reducir el flujo migratorio ilegal.
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Mejorar economía
El director general de la OIM, Brunson Mckinley, insistió que el desarrollo económico de los países evitará que su gente opte por emigrar a Norteamérica o Europa. Mientras el canciller ecuatoriano, Heinz Moeller, propuso a los gobiernos de la región una negociación conjunta con las grandes potencias “para que los productos sudamericanos puedan acceder a mercados internacionales”.
Para Moeller, el comercio es la mejor herramienta para generar empleo; para ello, recalcó, es indispensable contar con los mercados.
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Pero el tema de las migraciones, que es amplio y complejo, tiene otras causas, como la violencia en Colombia, y que también son materia de discusión.
Por ello, Jorge Rojas, delegado colombiano, propuso ayer organizar una Conferencia Internacional sobre el conflicto en su país y sus efectos en el número de refugiados en el área andina.
La Conferencia concluirá esta tarde con la suscripción de un documento que recogerá las principales conclusiones y propuestas.