El emperador de Japón, Akihito, y su esposa, Michiko, han seguido las huellas de la emperatriz austríaca y reina húngara Elisabeth, más conocida por Sisí, y de su esposo, Franciso José, al visitar el domingo la Villa Hermes, que fue su pabellón de caza en los bosques de Viena.
Los emperadores de Japón fueron guiados por las habitaciones de la suntuosa villa, donde destaca el dormitorio de Sisí, decorado con frescos en paredes y techos.
Una vez fuera del recinto, a los ilustres huéspedes les esperaba una sorpresa: responsables de la Escuela Española de Equitación en Viena les mostraron una yegua Lippizaner, la raza con la que entrenan los jinetes de ese centro, que había participado en el espectáculo que se presentó en una gira por Japón.
La escuela, que sigue la tradición de la doma española, tiene establos en las cercanías de Villa Hermes a los que traslada a sus équidos durante la época estival para evitarles las temperaturas más altas que se registran en Viena.
Los emperadores visitaron también el parque safari de Lainz y el palacio de Belvedere, que alberga la exposición permanente del pintor Gustav Klimt (1862-1918), del que se cumplía ayer precisamente el aniversario de su nacimiento, y asistieron a un concierto privado de músicos japoneses y austríacos.
La jornada de hoy, la tercera de su viaje de cuatro días a Viena, el primero en la historia de Austria, estará marcada por la música.
Los emperadores escucharán en el Palacio Augarten un concierto de los Niños Cantores de Viena, el más famoso coro infantil del mundo, mientras que por la tarde el quinteto de la Filarmónica de Viena interpretará en su honor obras de Mozart, Haydn y Lanner.