El Cole, el popular hincha fiel de la selección colombiana de fútbol, asistirá por cuarta vez consecutiva a una Copa del Mundo, pero esta vez no apoyando al once cafetero, que no clasificó al torneo de Corea del Sur y Japón, sino a Ecuador, dijo hoy el propio fanático.
"Ecuador es mi equipo y más porque tiene como técnico a mi amigo (Hernán Darío) Bolillo Gómez. Voy para Sapporo (Japón) a llevarle a la selección la fuerza de los colombianos y toda mi alegría, porque así no esté Colombia en el Mundial El Cole no se iba a perder el viaje a Asia", aseguró .
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Reconocido en los países donde ha jugado Colombia, El Cole, un pintoresco personaje de 1,65 metros, que simula un cóndor con su disfraz y que habitualmente tiñe su cabello y pinta su rostro con los colores de la bandera colombiana (amarillo, azul y rojo), emprendía esta noche su viaje mundialista, del que dice, "será otra aventura más en el fútbol".
"A mí Dios me regaló este viaje. Me dolió mucho que mi selección no clasificara y pensé que no iría al Mundial, pero la bondad de Barranquilla (ciudad de la costa Caribe colombiana donde vive) me premió y ahora, como buen embajador de mi país, iré a Corea y Japón con el mensaje de paz, y viendo en Ecuador a mi querida Colombia", anotó.
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Aunque algunos lo ven como un amuleto de la buena suerte y otros le endilgan ser un ave de mal ag#ero, El Cole se hizo mundialmente famoso cuando acompañó a la selección colombiana en el Mundial de Italia-90, donde no se escapó del asedio de la prensa internacional, que le convirtió rápidamente en uno de los personajes más perseguidos de la cita orbital.
"Ese Mundial fue la locura. Allí conocí a mucha gente, a personas que como yo llegaron con el tiquete de ida y sin plata para dormir en un hotel. Pero así somos los hinchas: vamos a donde nos lleve el corazón y donde esté nuestra selección", insistió.
Y como en Italia-90, o en EEUU-94 o Francia-98, cuando tuvo que dormir en las estaciones del metro o en los parques, El Cole tendrá nuevamente que abrazar los amaneceres asiáticos en las calles japonesas o, como él mismo lo dice, "acompañado de algún perro, porque me dicen que allí sí que los hay".
"Todo es una aventura. Voy con alguna plática, pero dicen que Japón es muy caro. Así que espero encontrarme con Bolillo para que me dé una manito (ayuda)", puntualizó El Cole.