El actor Dudley Moore, que se hizo famoso como un galán de aspecto insignificante, pero capaz de ganarse con su gracia los corazones de sus coestrellas en las películas 10 y Arthur, murió ayer en su residencia de Nueva Jersey, dijo una portavoz. Tenía 66 años.
La publicista Michelle Bega manifestó en Los Ángeles que Moore murió a las 11h00 de Nueva Jersey, por complicaciones de una parálisis progresiva.
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Su cinta 10, de 1979, tenía toques autobiográficos. En ella, Moore hacía el papel de un músico determinado a encontrar la mujer perfecta para casarse con ella. Pero en la vida real, el actor, que era también pianista de jazz, no logró el final feliz de la película: tuvo cuatro matrimonios que terminaron en divorcios.
El artista nacido en Dagenham, al este de Londres, confesó tener sentimientos de inferioridad debido a su familia obrera y a su escasa estatura de 1,58 metros. También dijo que se sintió rechazado por su madre, debido a que nació con una deformidad en el pie izquierdo. Los comediantes, señaló en una entrevista en 1980, se sienten motivados con frecuencia por sentimientos de rechazo.
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Moore comenzó a darse a conocer primeramente como cantante de coro y organista en su iglesia parroquial de Dagenham, y luego pasó a una revista cómica de éxito titulada Beyond the Fringe, que se mantuvo en escena durante dos años en Londres y pasó luego a Broadway.
Del teatro, Moore se trasladó a la televisión y al cine, donde se hizo popular con su película 30 is a dangerous age (30 es una edad peligrosa), de 1968, para la cual escribió el guión, compuso la música y asumió el papel principal.
Se estableció entonces en el sur de California, donde conoció al director británico Blake Edwards, quien le dio el estelar de 10 cuando George Segal se retiró del rodaje. La cinta de 1979, coprotagonizada por Bo Derek, estableció a Moore como estrella de Hollywood. Dos años después hizo el papel titular de Arthur.