“Mientras jugaban los niños, los padres en Plaza Batán se mantenían absortos escuchando selectas baladas en inglés cantadas con maestría por Francisco Salcedo. Empezó con I guess that´s why they call it the blues de Elton John, mostrando un registro bajo y sentencioso apoyado en pistas de varios instrumentos. In my life, de los Beatles, subió a un registro medio, delicado, vibrando y sosteniendo para luego entonar Blackbird de los Fab four con brevedad y mostrando buena voz, apoyado en pistas escogidas y un inglés bien pronunciado.

Lost in love de Air Supply mantuvo toda la belleza del original con voces femeninas en pistas y Father and son, obra de arte de Cat Stevens en conjunto con Wild World, mostró el timbre y la cadencia adecuada para reproducir al mitológico cantante.

Wonderful Tonight, de Eric Clapton, estuvo excesivamente lenta y sin guitarra, pero Layla a continuación puso el legendario guitarreo al frente, así como diversos instrumentos en pistas y la voz excelente de Francisco. Losing my religion de REM, muy fiel al original, mostró gran ritmo melódico, provocando nostalgia por el original.

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En registros más altos cantó Fix You de Coldplay monolítica y cansina mientras un charango en pistas resultó extraño para Somewhere over the rainbow gran éxito de Judy Garland en el cine del siglo pasado.

Con pistas de piano y trompeta y un ritmo de jazz animoso entonó Creep de Karen Souza para luego mostrar excelente voz haciendo Fly me to the moon apoyado en instrumentos de viento en pistas con pequeñas variaciones a la vocalización de Sinatra, así como Strangers in the night con excelente criterio y control vocal.

Unforgetable, de Nat King Cole, sedujo a las “Chamas” haciendo barra al pie del cantante reproduciendo la canción con pequeñas variaciones, pero conservando la belleza del original.

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El estilo al cantar The way you look tonight se mantuvo fiel al siglo pasado, finalizando en tonos exactos para Cant help falling in love de Elvis Presley en registro medios y Now or never con una vocalización y un tempo exacto.

Cheek to cheek, I ve got you under my skin y My Way fueron un excelente tributo a Sinatra con grandes pistas y el mejor canto de Francisco, pero My first, my last, my every thing, de Barry White, fue arrebato dancístico único al público. (O)