En toda su historia, el Salón de Julio solo ha tenido cinco mujeres que se han alzado con el primer sitial de este certamen pictórico, que por tradición ha sido liderado por artistas masculinos. Mariella García Caputti (1981), Hellen Constante (2001), María Gabriela Chérrez (2007), Mayra Silva (2010) y Mónica López (2014) son quienes han engrosado la lista del concurso.

Para ellas posicionarse en el primer lugar de un certamen como este no ha sido fácil. Dicen que aún el machismo sigue arraigado en el mundo del arte.

García Caputti, quien para entonces ya tenía una trayectoria en las artes y había ganado varios premios artísticos, entre ellos el Mariano Aguilera, en Quito, señala que antes de que obtuviera el premio en el Salón de Julio sus trabajos solo llegaban a mención de honor.

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Considera que tal vez en aquella época se imponía el género sobre las capacidades artísticas. Dice que hubo quienes criticaron su galardón, y que tildaron al jurado de premiar a la burguesía. Señala que esos cuestionamientos solo hicieron que explorara y explotara más su arte.

Para Hellen Constante, otra de las ganadoras, haber ganado el Salón de Julio “no es una lucha, se llama perseverancia y trabajo”. “Yo le hago honor a mi apellido, soy constante en mi trabajo”, asegura.

Afirma que mantenerse en el mundo del arte es un reto complicado, “pero siendo mujer, lo es aún más, pues nuestro entorno es aún una sociedad machista, donde la mujer tiene estigmatizada ciertas conductas, donde el arte no es para nada ninguna prioridad. Pero como a mí me gustan los retos he trabajado mucho para que no me afecte esta postura y continuar con mi obra, sabiendo que tiene un valor determinado”. (F)