En Paradero Arte y Café, verdadero boliche underground en Urdesa central, se presentó el cuarteto Raúl y su Combito, compuesto por el virtuoso Andrés Cuartas, en el tres cubano; Daniel Cornejo, en el bajo y coros; Julián Gil, en la voz principal; y Raúl Chávez, en percusión múltiple para hacer un repaso muy variado a la música de ritmo cubana como el son, la charanga, el danzón, el bolero de ritmo y la salsa.

Empezaron con La loma del tamarindo, un son de mediana velocidad, pregoneo en la voz del cantante y el liderazgo musical del tres cubano que empezaba a deslumbrar al público. El famoso, histórico Son de la loma, gran combinación de ritmo y melodía, destacó al cantante y su vocalización muy variada en intensidad al modernizar esta canción icónica de Cuba, que dice “son de la loma y canta en el llano” coreada por el público.

Quizás, quizás, bolero con un sonido metálico del 3 cubano estuvo lento, muy coreado con la juventud del público interactivo. Dos gardenias, un bolero con tintes de salsa caribeña, que habla de la infidelidad conyugal, con gran actuación del tres cubano, verdadero líder descollante del grupo. Apoyados en una mayor participación del público interpretaron Tengo ganas, un bolero moderno con la mejor cadencia del vocalista solicitando amor destacó al 3 cubano ofreciendo la melodía con exactitud dinámica. Mujer divina, de Joe Cuba, fue una idealización de la mujer, lento, cadencioso y sabroso con redoble y palillo apoyando las congas en percusión.

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Y vino Lágrimas negras, del Trío Matamoros, popularizado por El Cigala como bolero, y luego como un son sabroso que dice “Contigo me voy aunque me cueste morir” llevando a bailar a algunas parejas en el público enfervorizadas con el 3 cubano en lo mejor de la noche.

A continuación, tocaron Chan chan, un son movido como un mantra repetitivo, seguido por Idilio y el 3 cubano, instrumento dominante del grupo que provocó la mejor exhibición de baile en pareja, para luego ofrecer Un montón de estrellas, música de ritmo sin llegar a la salsa y un 3 cubano tocando en solo antes de terminar con Tula, guaracha habanera y Kikiribú mandinga, clásicos de la música cubana. (O)