La llegada de un bebé al hogar es motivo de alegría, pero también de cambios significativos en el presupuesto familiar.

María Elizabeth Arellano, del Programa de Educación Financiera de Produbanco, dice que debemos establecer un presupuesto, para lo cual lo primero será identificar los ingresos mensuales.

El segundo paso es incluir todos los gastos de la familia: vivienda (arriendo, luz, agua, internet, etc.), alimentación, educación, pagos de tarjetas de crédito y deudas.

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Una vez que se conoce exactamente con cuánto dinero se cuenta cada mes y los gastos por cubrir, el siguiente paso es hacer ajustes. Para lograrlo, diferencia entre los gastos necesarios y los discrecionales que son los que varían, pero que pueden ser evitados por un tiempo.

Arellano aconseja que al tener un bebé no es necesario comprar todo nuevo. Hay muchos artículos de bebés que son caros. Una técnica ideal para contar con todo lo necesario es acudir a los familiares y amigos cercanos. Generalmente, la mayoría guarda ciertas cosas para regalar o vender a precios más cómodos, esto puede representar un ahorro importante en el presupuesto familiar.

Entre las cosas que se pueden reutilizar están los coches, car seat, corral, moisés, juguetes y ciertas prendas de vestir.

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En este último punto, Arellano recomienda no invertir demasiado en prendas nuevas, ya que los bebés crecen rápidamente. Aunque a las madres las ilusiona comprar ropa para su bebé, este gasto puede ser excesivo y es muy probable que el bebé lo use muy pocas veces. Para ahorrar en ropa, vale la pena aprovechar los obsequios del baby shower. En cuanto a los pañales, este es un gasto caro y prolongado. Sin duda, utilizar pañales de tela generará un mayor ahorro (económico y ambiental), pero involucraría más trabajo, ya que hay que lavarlos. Sin embargo, no es imposible lograrlo. No obstante, la mejor manera de ahorrar en los pañales de plástico es comprarlos al por mayor, en grandes cantidades.

La leche es uno de los gastos más importantes, son productos caros que se consumen con mucha rapidez. La lactancia materna por un tiempo adecuado y prolongado es la mejor opción de ahorro. Sin embargo, si la situación obliga a utilizar este tipo de leche, lo más recomendable es aprovechar las ofertas y comprar los tarros al por mayor. (F)