La historia de la ópera en el Ecuador es de larga data y tuvo mucha difusión y aceptación del público en un momento determinado de su historia. Ese auge corresponde desde finales del siglo XIX en que se dio su introducción en el país, hasta su mayor apogeo en las décadas del 20 y 30 del siglo pasado. Los escenarios donde se montaban y presentaban las obras fueron el Teatro Sucre, en Quito, y el Teatro Olmedo, en Guayaquil.