El factor edad es uno de los aspectos que generan dudas en muchos estudiantes interesados en seguir una maestría. Existen dos tipos de perfiles referentes: el estudiante que luego de terminar la universidad inmediatamente sigue una maestría (las edades oscilan entre los 23 y 27 años) y la persona que culminó una carrera universitaria, entró al mercado laboral y, luego de algunos años, decide regresar a las aulas (unos 31 años en adelante).