En 1914, Sigmund Freud dio una charla sobre el análisis de los sueños en la escuela de Medicina de la Universidad de Viena. Al finalizar, preguntó a los oyentes en qué estaban trabajando. Entre ellos estaba Jacob Levy Moreno, un estudiante descendiente de judíos sefardíes nacido en Bucarest, quien por entonces ya estaba interesado en el potencial de formar grupos para hacer terapia.