Bajo la ocupación nazi, el director del zoológico de Varsovia y su mujer siempre tenían cianuro para, si los pillaban, poder llevarse el secreto a la tumba: los cientos de judíos y resistentes escondidos en su casa. Una historia que llega al cine.
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Bajo la ocupación nazi, el director del zoológico de Varsovia y su mujer siempre tenían cianuro para, si los pillaban, poder llevarse el secreto a la tumba.
Bajo la ocupación nazi, el director del zoológico de Varsovia y su mujer siempre tenían cianuro para, si los pillaban, poder llevarse el secreto a la tumba: los cientos de judíos y resistentes escondidos en su casa. Una historia que llega al cine.
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