“En 1822, por petición del libertador de América, Simón Bolívar, se colocó el primer nombre a una calle del Centro Histórico de Cuenca. Aquel nombre fue Gaspar Sangurima”, así lo detalla el escritor Juan Cordero Íñiguez, cronista vitalicio de la ciudad. Sangurima hablaba quichua y lo llamaban lluqui, que significa zurdo, informa el portal eltiempo.com.ec.