“Nadie quiere que me vaya, ni yo me quiero ir, pero no me dieron la opción para hacer nada”, fue una de las frases que el maestro David Harutyunyan dijo cuando conversó con este Diario sobre su salida de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG). Luego de quince años de estar en la dirección artística de esta entidad, dejará sus funciones a fines de este mes.

El principal motivo de su separación de la OSG –explica– es su desacuerdo con el sistema de orquestas sinfónicas que se contempla en la Ley de Cultura, que fue aprobada el pasado 10 de noviembre.

“Toda la cultura, según ellos (Ministerio de Cultura y Patrimonio), debe ser elaborada por el Ministerio de Cultura. Entonces yo estaba sentado con los asambleístas y dije: Señores, el Ministerio de Cultura va a crear, va a regular, va a conseguir, va a pagar, ¿y dónde está el artista y qué tenemos que hacer nosotros según su criterio?”, señala el compositor armenio con nacionalidad ecuatoriana.

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Harutyunyan, quien aclara que no renunció, sino que su contrato culminó y que decidió no renovarlo, dice que este sistema es “muy dañino para la autonomía artística de la orquesta”. Según el compositor, los directores artísticos ya no podrían decidir qué cantidad de músicos tener, dónde y cuándo tocar, qué repertorio interpretar, entre otras resoluciones que le competen a esta figura, el director artístico.

“Me decían maestro, usted quiere hacer lo que le da la gana. Obvio, yo no quiero hacer lo que a ti te da la gana, yo quiero hacer lo que me da la gana a mí porque yo soy quien está creando el arte. Si se van a hacer cosas que te da la gana, entonces quién soy, ¿un martillo en las manos de un escultor?”, mencionó Harutyunyan, y agregó que una de las cosas que siempre le molestaron en el interior de la orquesta fue que se quisiera dominar el arte a través de la política.

En la reciente Ley de Cultura se derogó la Ley de Financiamiento de las orquestas sinfónicas de Guayaquil y de Loja. “La orquesta no tiene teatro, no tiene ni presupuesto, no tiene nada, nos quitaron todo (...). En otros países dicen toma dos millones de dólares, toma esta oportunidad, toma esta gira, haz esto, hazte un teatro, te traigo, y lo que hacen aquí es quitar, quitar, quitar”, añade.

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Agrega que el tema no solo es presupuestario, sino de imagen. Asegura que desde el Ministerio de Cultura se “estaba difundiendo que la Orquesta Sinfónica de Guayaquil era un mito” y que se trataba de minimizar la presencia de la OSG. Añade que ya estaba hastiado de todo eso. “Permanentemente estaban bajando a la Orquesta Sinfónica de su pedestal, hay un resentimiento gigante, impresionante”.

La Orquesta Sinfónica de Guayaquil aún ensaya en las instalaciones que tiene en el parque Forestal, pero a raíz del terremoto que azotó al país el pasado 16 de abril ya no cuentan con el Teatro Centro Cívico, lugar en donde ofrecían sus ensayos. Harutyunyan dice que desconoce si ese espacio volverá a la OSG o está destinado para otras actividades, puesto que hasta el momento no han recibido notificación alguna.

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En febrero serán los comicios electorales. Harutyunyan manifiesta que espera que allí algo cambie y se puedan tomar nuevos rumbos para la OSG. “Me preocupa mucho el destino de la orquesta, le quitaron muchas posibilidades”. (F)

Estaban difundiendo que la Orquesta Sinfónica de Guayaquil es un mito (...) que David Harutyunyan es un gran maquillador del arte, que yo estoy maquillando todas las imperfecciones de la orquesta sinfónica”.David Harutyunyan, Director de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil.