En la hoja dominical oficial de la Arquidiócesis de Guayaquil, el pasado fin de semana, se puso énfasis en lo que se denominó “el gran pecado de la omisión”. Allí se menciona, en un acápite, que “abstenerse de participar activamente en las elecciones, por ejemplo, en que se juega el destino de los demás”, es un gran pecado de este tipo.