El máximo jerarca de la Iglesia católica salvadoreña afirmó ayer que la situación de la violencia que se vive en el país es crítica y expresó su apoyo a los esfuerzos que hace el Gobierno para reprimir la delincuencia, pero rechazó que se entreguen armas a los civiles para que se defiendan de las pandillas.

“La violencia ha conseguido un nivel tan alto en nuestro país que es verdaderamente preocupante, quiera Dios que esto cese ya y que podamos de verdad vivir en paz”, expresó en conferencia de prensa el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas.

Al referirse a la decisión del Gobierno de combatir las estructuras criminales de las pandillas, Escobar Alas expresó que “ha sido un paso positivo, sobre todo por el hecho de que se han puesto de acuerdo todos los partidos (políticos) para aprobar dichas medidas, eso es positivo”.

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Luego de una matanza de once trabajadores que se atribuye a las pandillas, el Gobierno salvadoreño decretó estado de emergencia en siete cárceles y dispuso el traslado hasta el penal de Quezalpeteque de los cabecillas de estos grupos criminales. (I)