A María Dolores Aguavil Loche, de 85 años, sus hijos y nietos la despidieron como ella pidió: vestida con el atuendo que usan las mujeres tsáchilas, collares, cintas de colores sobre el cabello, un punto con pintura de achiote en la frente y líneas de guito (fruto de color negro) sobre el rostro, esto como homenaje por su lucha por mantener las costumbres y tradiciones de su nacionalidad.