Nitsy Grau, una cubana que gusta del teatro y el cine en la ciudad que le abrió puertas

¿Cómo voy a vivir en esta ciudad que no conozco?, se preguntaba Nitsy Grau mientras observaba Guayaquil desde el mirador del Cerro del Carmen 15 años atrás. Hoy, la ciudad no es ajena para esta directora de cine y televisión proveniente de Cuba.

En ella, asegura, ha desarrollado su carrera, nació su segundo hijo y extraña la urbe cuando viaja a otro país, incluida su isla natal.

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Grau llegó junto con su esposo, Leopoldo Morales, por primera vez a Ecuador hace 18 años para asistir a un festival internacional de teatro en Cuenca y se quedó en el país por una oferta laboral. Tres años después un llamado de Ecuavisa la hizo viajar a Guayaquil y no volvió a dejar esta ciudad.

Actualmente, su familia sigue viviendo en Cuba, pero cuando la visitan los lleva a recorrer Las Peñas, la av. 9 de Octubre y a ver “lo bonita que está la ciudad”.

De los guayaquileños adoptó su forma de hablar, por ello sus familiares dicen que es una “cubana que habla raro”. Grau es docente en el ITV, dirigió el filme Medardo, el cortometraje El Extra y telenovelas como El secreto de Toño Palomino o Amores que matan. Tiene dos hijos, Deneb de 15 años y Dante de 10.

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Es una ciudad cálida, tanto por el clima como por la gente (...) me gusta la comida, el bolón, y que está cerca del mar.Nitsy Grau, cubana. Llegó hace 15 años.

De Ucrania a Guayaquil por un amor

La cantante Luchiana Hak-man llegó a Guayaquil hace más de 6 años desde su natal Ucrania, tras casarse con un ecuatoriano. Hace dos años, esa relación terminó, pero eso no fue motivo para dejar esta ciudad.

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“Cada artista se siente allá donde lo quieren y donde disfrutan su trabajo, entonces yo veo que el público de aquí me recibe muy bien y por eso no quiero dejarlos”, cuenta entre risas. De Guayaquil le gusta el calor, la gente abierta y la comida, en especial el cangrejo, el caldo de bola y el bolón.

Hakman, quien actualmente prepara un disco con temas inéditos, empezó en la música desde los 6 años en su país.

Graduada como cantante de ópera y proveniente de un clima que puede llegar hasta los 20 grados bajo 0, acostumbrarse al calor de la urbe fue muy difícil para ella. “Al principio estuve más tiempo enferma que sana”, confiesa.

Asimismo no conocía el idioma, tuvo que aprender el español con libros y películas infantiles. Para ella, hablar del malecón Simón Bolívar es recordar sus primeros meses en la urbe, pues por allí caminaba a diario para ir al trabajo.

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Su primer empleo fue en un vacacional, en el que tenía que dar clases de música a unos 20 niños. 

Mis papis cuando vinieron a Guayaquil dijeron qué rica la comida.Luchiana Hakman, de Ucrania. Arribó hace más de 6 años.

Un argentino que posee un ‘Corazón de mangle’

Han pasado 34 años desde que Nerio David Pérez llegó por primera vez a Guayaquil con el fin de pasar tres meses junto con su hermana, la también cantante Mariel Córdoba, quien había llegado dos años antes al país.

Proveniente de la provincia de Córdoba, este argentino se enamoró instantáneamente de la ciudad y prolongó su estadía “un poquito más”. Hoy en día, afirma, le debe mucho a Guayaquil. Aquí terminó de formar su profesión y tiene su familia.

“Estoy casado, tengo hijos (Marcelo, Gabriela y Ana Paula), tengo nietos ecuatorianos que han nacido aquí en Guayaquil”, comenta.

En cuanto a la comida, “el maduro como lo preparen me fascina. En Argentina no existe a menos que lo importemos”, dice. De la ciudad, los sitios que más le gustan es el sector de Las Peñas, el estero Salado y el mangle.

Con este último posee una conexión especial pues tiempo atrás escribió junto con Hugo Avilés y Marina Salvarezza la obra Corazón de mangle. El cantautor Nerio David ha grabado discos de tango, boleros, entre otras producciones musicales. (E)

Acá (Guayaquil) he sido muy feliz en muchísimos aspectos (...) le debo mucho a esta ciudad.Nerio David, argentino. Tiene 34 años en la urbe