Es más ligera, no se rompe, no le afecta la humedad y suena exactamente igual que una de madera. Estas son algunas de las características de las guitarras fabricadas con fibra de carbono por Jerzy Dlutowski.

Luthier y guitarrero es el único fabricante en Europa de guitarra flamenca en este material y trabaja artesanalmente en su pequeño taller situado en un barrio madrileño, en el que ya comercializa violines con esta técnica.

Publicidad

Gracias a los buenos resultados de estos últimos se decidió a experimentar con guitarras. En la actualidad ya tiene construidas varias y está “esperando a tener al menos diez” para comenzar a venderlas.

El precio es otra de las ventajas de la fabricación con este material, que además es ecológico, ya que si una buena guitarra de madera puede costar $ 3.300, “estas saldrán más o menos por la mitad”. La vida del instrumento es mucho más larga.

Publicidad

“No se vence, como les ocurre a las de madera, ni se arquea. Además es muy difícil que se rompa, pero en caso de que esto ocurra, se puede reparar perfectamente y el resultado es invisible”, dice emocionado Dlutowski, que ha querido emplear un material más eficiente y que requiere un mínimo mantenimiento.

En cuanto a su elaboración, a simple vista parece algo fácil. Lo primero de todo es tener un molde que se logra con otra guitarra. Luego se hace el contorno en cartón, aumentando varios centímetros, y después se corta con unas simples tijeras la fibra de carbono, una especie de malla “en que cada hilo tiene unos doce mil pelitos”. A continuación se forra el molde con el tejido cortado y se endurece con resinas.

La tapa se hace de la misma forma para luego lijar, barnizar y adjuntar los accesorios. Todo en un proceso manual. (E)