La trayectoria de Taylor Swift se ha desarrollado con la inevitable y férrea alegría de una canción de ella. Swift, cuya imagen pública se ha desviado de ser desgarbada a enamorada, es ahora, a los 25 años, la chica cool (aunque uno esté muy dispuesto a burlarse de sus movimientos de baile). Su ascenso ha sido constante a lo largo de una década, pero en el 2014, se ha elevado a nuevas alturas.