Es el paraíso de los geeks. Se abren las puertas y una marejada de ellos se apresura por estar entre los primeros. Son miles. Decenas de miles. Y están aquí para el día más soñado de muchos: la apertura del E3, la feria de videojuegos más grande del mundo, inaugurada ayer.

Los Ángeles Convention Center es el lugar. Vienen disfrazados de guerreros, de princesas de mundos de fantasía, con camisetas repletas de zombis o de personajes animados.

Adentro, las grandes firmas los esperan para que los gamers se dediquen a lo que saben: a jugar, a probar los nuevos títulos de una industria que movió 21 mil millones de dólares en este entretenimiento el 2013, según el sitio especializado Consumerist.

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Es la zona de Nintendo. Y las filas están repletas de ansiosos personajes que esperan su turno para la nueva apuesta de Nintendo WiiU: Super Smash Bros. Ahora se puede incluir en las peleas a las figuras personales que cada usuario crea en este sistema. Las pantallas gigantes muestran a Pikachu peleando y las caras de sorpresa y sonrisa se dibujan a los costados.

Nintendo sabe que la nostalgia vende. Para eso está el juego de Mario vs. Donkey Kong, clásicos personajes con décadas en las pantallas. También Hyrule Warriors le apuesta al tema de los recuerdos: el personaje de la princesa Zelda está de regreso en esta nueva aventura.

PlayStation, de Sony, tiene su parte. Un área gigante le da cabida a los títulos de PS4 y mucho menos a los de PS3, la consola que Sony asegura que durará algunos años más. Es el momento del rugido de los parlantes. ¿Quieren explosiones? Las hay de todo tipo. Numerosas infantiles con Guns Up, un juego que parece que trasladara a los clásicos soldaditos de plomo a la virtualidad en medio de bombas, metrallas y minas.

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¿Quieren adrenalina en las pistas? Drive Club permite casi meterse en la pantalla a través de una consola PS Vita. De ese furor se puede pasar a la ternura infantil. Little Big Planet 3 tiene su mágico momento, lo mismo que Minecraft, el adictivo juego para algunos adolescentes.

XBox, de Microsoft, la consola tradicional de gamers exigentes con la imagen, tiene su espacio repleto de títulos que prometen: Fable Legends, Project Spark, Forza Horizon 2, o Borderlands The Pre-Sequel, entre otros.

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La zona de las empresas líderes de la industria en el desarrollo de videojuegos se presta para unir en un solo lugar al batimóvil, a tanquetas policiales o a vans con metralletas en los costados. Cerca, Lionel Messi lo domina todo desde una gigantografía que llama a los gamers a probar FIFA 15, la tradicional franquicia que se espera con ansias para enfrentarse al reto del fútbol virtual.

El sonido de metralla, las muertes de más zombis, los juegos de béisbol o de básquet. Miles de gamers recorren frenéticamente el recinto para dedicarse a jugar y decidir cuáles serán los títulos con los que en un futuro próximo escaparán momentáneamente de la realidad.