Pasar una noche en la cabina de un avión es difícilmente el camino hacia una complexión luminosa y un peinado impecable. Es más probable que la piel parezca la de un lagarto. Pero hay maneras de que los ejecutivos de negocios parezcan y se sientan relucientes cuando pasan de un avión a una sala de consejos.
Una década después de que las cadenas de spas empezaron a surgir en las instalaciones de los aeropuertos, el acicalamiento sobre la marcha está alcanzando nuevas alturas, ya sea en las estaciones de manicura en las salas de abordar o en la loción corporal para viajeros aéreos de Christian Dior.
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Muchos aeropuertos, tras dominar la venta de extravagancias como bolsos de lujo y corbatas de seda, ahora están ofreciendo a los viajeros descanso, relajación y ejercicio. “Prácticamente todos los aeropuertos importantes tienen ahora un spa”, dice un informe de tendencias del 2014 de SpaFinder Wellness 365, un grupo de la industria.
En Estados Unidos, los spas están entre las comodidades de los aeropuertos más populares, seguidos por los puestos de lustrado de calzado, según un estudio del 2013 realizado por Global Gateway Alliance, un grupo que promueve el mejoramiento de los aeropuertos del área de Nueva York.
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Y si uno piensa que este es un fenómeno impulsado por las mujeres, debe reconsiderarlo.
Los hombres se realizan más faciales, los hombres se realizan más masajes", dijo Marisol Binn, presidenta y fundadora de XpresSpa, una de las cadenas internacionales de spas en aeropuertos más grandes.
Los hombres conforman incluso la mayoría de los clientes de los nuevos servicios de peluquería de la compañía. “Setenta y ocho por ciento son hombres arreglándose el cabello”, dijo Binn. “Son principalmente viajeros de negocios. Esa es quizá la razón de que tengamos más hombres”.
Los servicios no son baratos; después de todo es una clientela de aeropuerto cautiva. Pero caen dentro del rango típico de las actividades para consentirse.
Un masaje en mesa por una hora en XpresSpa o uno de sus competidores, Be Relax, por ejemplo, cuesta 120 dólares. Pero Bliss, la cadena internacional de spas de rango medio, cobra más que eso por menos tiempo (49 minutos) en Manhattan.
Las manicuras básicas en las cadenas cuestan entre 30 y 35 dólares. Eso es ciertamente más que en los muchos locales en la ciudad de Nueva York, donde una manicura puede costar entre 15 y 25 dólares.
XpresSpa, que empezó hace diez años con un local en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, ahora tiene más de 50 tiendas en todo el mundo, y abre uno nuevo casi todas las semanas. La cadena también está lanzando una variedad de comodidades “de bienestar”, incluso manicuras y masajes en las salas de abordar.
No le sorprenda si en el futuro ve un pequeño carrito con un asiento y una charola incorporados que esté rodando cerca de su puerta de abordaje. El “POD”, como le llama Binn –por la sigla en inglés de Mimos sobre Demanda– incluye suficiente equipo esterilizado para realizar hasta diez manicuras.
En vez de agua, la manicurista usa removedor de barniz, crema para cutículas y desinfectante.
“Vamos a donde la puerta de abordaje está llena”, dijo Binn.
Dentro de los spas, la oferta de servicios incluye lavado, corte y arreglo de cabello. XpresSpa está ofreciendo arreglo de cabello en Minneápolis, Minnesota; Miami, Florida; Filadelfia, Pensilvania; y el condado de Orange, San Francisco y Los Ángeles, California, y planea tener servicios de cabello en todos sus nuevos locales.
“Lo único que no hacemos es teñido, cualquier cosa que tenga olor”, dijo Binn.
Otros servicios nuevos incluyen masajes en mesa para viajeros que prefieren no desvestirse, en deferencia a las sensibilidades y creencias religiosas de algunos clientes. Las mesas de masajes están a plena vista, aunque paneles de privacidad ayudan a bloquear el barullo de los transeúntes.
Incluso los spas mismos están reinventándose, pasando de una estética sencilla de tonos bambú y beige a una que es elegante con brillantes paredes blancas.
Adicionalmente, hay una línea de productos de viaje marca XpresSpa, que incluye cremas faciales y sandalias plegables. “Estamos trabajando en barniz de uñas”, dijo Binn, “algo que se seque rápidamente y se aplique fácilmente”.
Be Relax –que ofrece masajes, manicuras y pedicuras, faciales y depilaciones que van de diez minutos a una hora– está celebrando su décimo aniversario. La compañía, que tiene unos 30 locales en seis países, ya ha abierto nuevas tiendas en Dubái y Estados Unidos este año y tiene planes de más.
Los spas de servicio completo no son la única opción de acicalamiento en los aeropuertos. Este año, Delta empezó a probar servicios como manicuras y sillas de masaje en algunos de sus clubes. Los Centurion Lounges de American Express, que abrieron el año pasado, ofrecen manicuras y otros tratamientos para cuerpo, rostro y manos.
Al mismo tiempo, las marcas de belleza populares están instalando máquinas de autoservicio. En el Aeropuerto Internacional de Austin-Bergstrom en Texas, Benefit Cosmetics abrió su primer quiosco Glam Up & Away el año pasado con 30 de los productos de mejor venta de la marca.
En el aire, muchas aerolíneas están introduciendo nuevos estuches de artículos de tocador. Este mes, los clientes de clase económica de Delta en vuelos internacionales de más de seis horas recibirán estuches para dormir que incluyen un antifaz y tapones para los oídos.
El año pasado, la aerolínea introdujo estuches de bienvenida para las cabinas BusinessElite intercontinentales de sus vuelos internacionales, que incluían humectante para labios Malin & Goetz y lociones para manos y cuerpo en un estuche de Tumi, el fabricante de maletas.
Singapore Airlines introdujo recientemente estuches de bienvenida para pasajeros de primera clase y suite en rutas largas que incluyen cuatro tipos de humectantes de Sothys, la marca de belleza francesa.
En Air France, estuches de edición limitada celebran el 80 aniversario de la aerolínea. Este verano, la compañía introducirá un estuche de clase ejecutiva inspirado por los alguna vez distribuidos a bordo del Concorde. En forma de portafolio, el estuche estará lleno de productos Clarins.
“Tendremos el nuevo estuche de confort en varios colores”, dijo Maxime Patula, vocero de Air France.
United Airlines también ha estado distribuyendo estuches de edición limitada en clase ejecutiva. Los contenedores, que se supone son de recuerdo y están hechos de un tipo de acero, incluyen diferentes diseños para cada uno de los ocho centros de transbordo norteamericanos de la aerolínea.
El año pasado, Cathay Pacific introdujo estuches para pasajeros de clase ejecutiva en vuelos largos que incluyen productos como crema de día, bálsamo para labios y crema de manos cítrica de Jurlique, la marca australiana de cuidado de la piel natural. En primera clase, los pasajeros reciben productos de cuidado de la piel y toallitas de Aesop, otra marca australiana.
Qatar Airways ofrece a los viajeros de clase ejecutiva bálsamo para labios, crema para manos y loción y perfume de Salvatore Ferragamo, mientras que los de primera clase empezaron a recibir sueros y cremas de Dior. (Para los viajeros élite más jóvenes hay estuches de actividades de SpongeBob SquarePants.) Y en Air Berlin, los nuevos estuches de bienvenida para los pasajeros de clase ejecutiva incluyen productos de L’Occitane, Institut Karité o Rituals.
Esos estuches quizá resulten particularmente útiles para los autosuficientes. Como sabe alguien que ha tratado de reservar una manicura de último minuto, la demanda de ese servicio ha hecho más difícil entrar en un spa de aeropuerto y recibir el tratamiento en el lugar.
Binn dijo que era porque más viajeros estaban esperando a propósito para dedicar tiempo a su acicalamiento en el aeropuerto.
“Recibimos muchas reservaciones”, dijo. “Tuvimos a alguien que llamó con seis meses de anticipación porque lo estaban incluyendo en su agenda de viaje”.
