Gordon Willis, director de fotografía de clásicos como la trilogía de El Padrino y varias de las películas más conocidas de Woody Allen, murió ayer a los 82 años, informaron reportes de medios en Hollywood.
“Es una pérdida enorme”, dijo Richard Crudo, presidente de la American Society of Cinematographers (ASC), a la publicación Deadline. “Era uno de los gigantes que cambió absolutamente la imagen de las películas”, sostuvo. Las causas del fallecimiento de Willis aún no se han dado a conocer.
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Willis recibió en el 2010 un Óscar honorífico por su trayectoria y fue nominado anteriormente por Zelig, de Woody Allen, y El Padrino, parte III.
Su trabajo aportó un imaginario único y a menudo impactante a toda una serie de filmes desde Manhattan o el de suspenso All the President’s Men, sobre el escándalo de Watergate.
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En películas como The Parallax View y Klute, por la que Jane Fonda ganó su primer Óscar, la cámara de Willis evocaba un estado onírico que, según los críticos, elevó las películas al estatus de clásicos.
Willis, originario del barrio de Queens en Nueva York, trabajó a menudo con Francis Ford Coppola, director de El Padrino, Alan J. Pakula y sobre todo con Allen, con quien hizo ocho películas entre ellas Annie Hall, The Purple Rose of Cairo, Interiors, Stardust Memories y Broadway Danny Rose. Willis debutó como director en el filme Ventanas en 1980.
Detalles
DEL PROFESIONAL.
Último trabajo
Gordon Willis, quien pertenecía a la American Society of Cinematographers (ASC), hizo su último trabajo en el cine en 1997 en la película La sombra del diablo, del director Alan J. Pakula, que terminó siendo también el último filme de este, ya que murió poco tiempo después.