Pequeñas palmeras a la derecha, isoras rojas a la izquierda, crotos en el centro, lirios de tierra por aquí, un camino de piedras de río circundante o una palma bambú por allá. Y en los tonos, combinaciones y formas que se prefieran.

Crear un ambiente paradisiaco en el patio delantero o posterior del hogar y reavivarlo con un espacio de vegetación en su propio terreno se puede lograr hasta en 20 días.

Así lo afirma Myriam Randich, propietaria de Plant-art, una empresa enfocada en el diseño y construcción de jardines para interiores y exteriores.

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Ella distingue que las plantas que se emplean para decorar ambos espacios “son completamente diferentes”. “Buscamos según el gusto del cliente. Yo doy sugerencias. Trato a la persona un poquito antes de entrar a trabajar porque necesito saber qué le gusta. Hay personas que quieren tonalidades verdes o quienes quieren todo de flor, lleno de color”, comenta.

Refiere que lo que el cliente toma en cuenta de su propuesta es el color y la posición de las plantas y flores. “Después de eso me dicen ‘sí me gusta’ o ‘sabe qué, viéndolo bien quiero algo más de color en la entrada’”, ejemplifica.

Sea cual fuere el estilo del cliente, Randich sugiere para exteriores plantas como la duranta, “que es sumamente resistente, es bonita y se da diferentes formas al podarla”.

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También enumera la chiflera californiana, azucenas, palmas cycas, palmeras fénix, palmeras rafi, palmeras de tallo rojo, isoras rojas, blancas, rosadas y amarillas.

Aclara que estas plantas necesitan sol (luz) y mucha agua.

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El césped, explica, puede ser de tres tipos: césped maní, san Agustín o filipino.

Indica que los jardines también pueden adornarse con piedras de río, piedras grandes, vasijas, portamaceteros, entre otros elementos; y manifiesta que para que luzca perfecto debe recibir mantenimiento “cada dos semanas, mínimo”.

La iluminación, añade, es importante en la decoración de jardines, sobre todo, para que estos se aprecien en las noches. Las luces a usarse pueden ser blancas, verdes o amarillas.