El exboxeador Mike Tyson relata en su libro "Undisputed Truth" (La Verdad Indiscutida)  que a finales de los años ochenta encontró al actor Brad Pitt teniendo sexo con su primera esposa, Robin Givens, cuando atravesaban el periodo de divorcio.

Cuando Tyson los encaró, Pitt habría dicho: "No me pegues, no me pegues. Solo estábamos repasando un libreto".  El expúgil indica que la estrella de Hollywood parecía estar bajo los efectos de la droga.

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Tyson, quien cataloga a Givens como una arpía que lo hizo comportarse como un perrito entrenado, indica que tuvo que contener su coraje y "le perdonó la vida a Brad Pitt".

La autobiografía -narrada en primera persona, pero escrita por Larry Sloman- destapa hasta los rincones más retorcidos de la vida del exboxeador. Sus páginas permiten una mirada fascinante a una vida que ha sido bien documentada. El lenguaje es tan crudo que Tyson tiene que explicar algunas de las palabras que utiliza para referirse a las mujeres y los negros en un capítulo aparte al final.

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El libro también tiene sus pasajes graciosos, como cuando Tyson se olvidó de un maletín con un millón de dólares en efectivo, y que uno de sus allegados recuperó una semana después. "Había tenido un día bastante loco en la ciudad y olvidé dónde lo dejé", dijo.

Tyson no escatima la autocrítica al  lamentar su falta de autocontrol. Pero también lanza dardos a quienes lo rodearon en una carrera en la que generó más de 300 millones de dólares, pero que lo dejó en la bancarrota.