El ambiente era chic rock n’ roll este sábado en el primer día de los desfiles de prêt-à-porter para la primavera-verano 2014 en Milán, donde el dúo Dolce&Gabbana se inspiró para su colección en los esplendores de la Sicilia antigua.

Templos con columnas y otras ruinas, medallones con la imagen de Zeus, de Apolo o paisajes verdes adornan los estampados que esta temporada sirven de hilo conductor a la casa milanesa.

Esta resurrección de la edad de Oro de Sicilia, conquistada sucesivamente por los Griegos y los romanos, se escribe en la seda, el lino, el shantung o el simple algodón. ¿Y los colores? Esencialmente el blanco, el beige, el marrón y el negro, salpicado con toques de rojo, azul vivo, plata y oro.

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En la pasarela reina un olivo secular, donde desfilan las maniquíes, algunas de la cuales lucen sandalias a la romana que suben por la pantorrilla. Otro guiño nostálgico y más reciente son los zapatos de cuero trenzado de nuestros abuelos.

Por primera vez, Dolce&Gabbana -condenado el miércoles en primer instancia en Milán por fraude fiscal- no figura en el calendario oficial porque ya no es miembro de la Cámara Nacional de la moda italiana, y desfiló por su cuenta.

Con Ermenegildo Zegna, el ambiente era el de los grandes días para celebrar la llegada del nuevo estilista Stefano Pilati, tránsfuga de Yves Saint Laurent, quien propuso para su desfile inaugural una reinterpretación de las tradiciones de la casa.

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La silueta es clásica pero el diablo está en los detalles: el cinturón trasero quedá integrado a la chaqueta y su presencia es evocada por las costuras.

Es verano, y el pantalón deja el tobillo al descubierto, el short se detiene a medio muslo, la chaqueta de traje no duda en casarse con un pantalón muy fluido de estilo "pijama". Y un toque de los años '80: los hombros son cuadrados.

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Para la playa, las batas y las toallas son multicolores pero de tonos suaves. Para el cóctel, un traje aéreo de lino beige crema y para el paseo de la noche una cazadora de ante azul combina con un pantalón beige. Los materiales son lujosos: seda, angora, algodón... Y los colores abren el apetito: café, albaricoque, burdeos, oliva y una pizca de azafrán.

Cambio de casa, cambio de atmósfera. La creadora alemana Jil Sander eligió como tema "el turista por accidente, equilibrado y sin preocupaciones". Las bermudas XL toman aires de falda-pantalón, los colores son chillones: el rosa y el naranja fosforito.

Fiel a sus costumbres, la reina del minimalismo dibuja una figura muy estructurada cortada con láser. El rubio alto está de vuelta, a veces con zapatos negros y todo vestido de blanco. El pantalón se detiene a media pantorrilla, los impermeables tienen refuerzos en los hombros.

Para Costume National, el estilista Ennio Capasa propone un "chic minimal y rock n’ roll". "Mi vaquero de ciudad deambula por las calles del mundo entero", resume. Materias finas (lino, popelina de algodón) o sensuales (lúrex, cuero).

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El vaquero que abre el desfile aparece vestido todo de blanco, incluido el tradicional sombrero en versión de paja. Para el ambiente rock, una serie de chaquetas de moteros negras de corte impecable, sean de cuero o... de ¡algodón!

Fuera del negro, los colores son veraniegos: blanco, oro, mostaza, turquesa, azul marino... Los trajes son de algodón y se ciñen al cuerpo, en versión mostaza o azul noche.

En el lado de los accesorios, aparte del sombrero de vaquero de paja, se puede elegir entre cinturones de puntas de metal o gafas de acetato y metal.

El domingo, presentarán sus collecciones Bottega Veneta, Salvatore Ferragamo, Missoni, Vivienne Westwood y Prada.