Han tenido todo en la vida y nunca se han esforzado, hasta que un día su padre decide darles una lección y los pone a trabajar. Este es el argumento de "Nosotros los Nobles", una cinta que está causando furor en México y removiendo conciencias sobre el riesgo de malcriar a los hijos.

"A algunos papás les ha pegado fuerte la película. Recibo mensajes de que no han podido dormir después de verla porque los ha puesto a reflexionar sobre qué educación le han dado a sus hijos", dijo el director Gaz Alazraki en entrevista con Efe.

Esta cinta se ha convertido en la más taquillera en la historia del cine mexicano con 18,3 millones de dólares (13,9 millones de euros) recaudados en un mes y en uno de los temas de conversación más populares, un éxito que el cineasta atribuye a "la nostalgia profunda de las cosas reflejadas".

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Por un lado, están los que se ríen porque "se identifican, sienten que conocen a los personajes", y por otro "hay un profundo placer de ver a los ricos tener que hacer las cosas que el resto de la gente tiene que hacer todos los días".

"Nosotros los Nobles" cuenta la historia de tres hermanos de una familia de la alta sociedad mexicana, cuyo padre les ha dado todo en la vida, hasta que un día se da cuenta de que tiene que hacer algo para que comiencen a valerse por sí mismos y se inventa una quiebra.

Esta situación, la de los hijos dependiendo en exceso de los padres, es frecuente en una sociedad mexicana que, como relató a Efe la doctora en Desarrollo Humano Silvia Sánchez Ochoa, tiene "grandes diferencias económicas, mucho más marcadas que antes".

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Pese a que los "hijos de papá" son "un fenómeno constante" desde el siglo pasado, nunca se había tenido la capacidad económica de la actualidad, por lo que es "mucho más peligroso" el maleducarlos.

Según Sánchez Ochoa, en los últimos años se volvió muy común la filosofía entre los padres de que al niño había que ponerle la menor cantidad de límites posible, darle lo que pidiera.

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"Los niños pedían algo, hacían un berrinche, se les daba, jugaban con ese objeto un día y después se olvidaban de él como si las cosas no tuvieran valor", lo que impedía que supieran "el trabajo que cuesta conseguir algo".

Se han educado generaciones de niños que "no están acostumbrados a la frustración" necesaria para "una vida sana", porque lo han tenido todo, y carecen de "habilidades reales" para afrontar el mundo.

Muchas veces los padres "tenemos a los hijos en una burbuja de cristal y cuando salen al mundo real no saben cómo enfrentarlo. Carecen de la responsabilidad y la madurez necesarias", dijo.

Como muestra "Nosotros los Nobles", esta educación responde a que los padres "están muy ocupados", "se sienten culpables de no estar físicamente con los hijos" y por ello tienden a compensar la falta de afecto con todo lo que piden.

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Esta situación se observa más en clases altas, aunque en otros estratos también se ve (a otro nivel) la excesiva demanda de los hijos a los padres.

En opinión de la experta, es hora de "encontrar un balance", poner límites a los niños, enseñarles el valor del dinero, pero también inculcarles que hay muchas cosas "importantes" que no se pueden comprar.

"Se tiene que luchar cada día con ellos y construir una buena relación armónica de amor", apuntó.

Este es el camino que tienen que atravesar los personajes de "Nosotros los Nobles" cuando necesitan un trabajo para comer y chocan con la profunda diferencia de clases sociales en México, relacionada muchas veces con el color de la piel.

En opinión del cineasta, poco a poco esas diferencias irán desapareciendo, "en la medida en la que se forme una clase media más robusta y sólida".

"Ahora es muy utópico por la polarización social, ya que siguen siendo ricos blancos, pobres indígenas, pero en la medida en la que se va creando una clase media que se alimente de esas dos comunidades es cuando se va a dar la fusión", añadió.

Alazraki está feliz no solo por el éxito de su primer largometraje, que ya ha sido visto por 4,6 millones de personas, sino por contribuir de algún modo a remover conciencias o a cambiar pequeñas cosas del día a día.

Sobre las críticas, confesó que las que más le han gustado son las de los jóvenes que le dicen que "les encantó la película", aunque les vayan "a quitar las tarjetas de crédito".