Es inevitable. Cuando hace calor uno quiere despojarse de su ropa lo más pronto posible o vestir lo mínimo, lo más fresco y ligero. Por eso no nos sorprenda en la calle ver este tipo de fachas reveladoras y de poca tela. Es el reino de las blusas sin mangas o de tirantes, sandalias-zapatillas que se amarran en las pantorrillas, hebras de cabello au naturel volando con el viento, sin tanta elaboración. Y color, mucho color, en los accesorios y prendas.