Las finanzas sostenibles se han converti­do en una herramienta clave para trans­formar sectores productivos, diversificar el acceso al crédito y acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Hoy, las instituciones bancarias no solo otorgan financiamiento: construyen soluciones que integran impacto social, climático y económico como parte central de su estrategia.

Uno de los actores más influyentes en este proceso es Banco Pichincha, que ha consolidado un marco robusto de políti­cas de sostenibilidad alineadas con criterios internacionales. Tal como destaca David Grey, gerente de Sostenibilidad y Asuntos Públicos, “para Banco Pichincha, incorporar finanzas sostenibles en sus políticas significa asumir la sostenibilidad como una estrategia corporativa que crea valor financiero, competitivo y social”. Esta visión integra estándares globales como los ODS, los Principios de Banca Responsable y los Principios de Empo­deramiento de las Mujeres (WEPS), lo que posiciona al banco dentro de una ruta de acción moderna y estructurada.

El portafolio de financiamiento sostenible que impulsa esta entidad abarca líneas como BioCréditos, Crédito Mujer, Crédito Agrícola Sostenible, Energías Renovables, Construcción Sostenible y Microfinanzas de Inclusión. Su enfoque prioriza a los sectores productivos que necesitan un impulso más allá del financiamiento. Acompaña con formación técnica en sostenibilidad y asesoría especializada para convertirse en un aliado integral, capaz de impulsar cambios reales en los sectores donde sus clientes tienen mayor potencial. Grey enfatiza que estas iniciativas fortalecen capacidades claves en el país y que “estas iniciativas se alinean con compromisos globales de sostenibili­dad, impulsando la transición producti­va, la igualdad de género y la resiliencia climática del país”.

El financiamiento sostenible de Banco Pichincha ha canalizado más de 1.000 millones de dólares en 30.000 clientes a lo largo de los últimos 6 años. Eso se traduce en el fortalecimiento de 34.000 hectáreas de agricultura sostenible y más de 1.200 viviendas ecoeficientes, lo que ha permitido la reducción de 40.000 toneladas de C02 anuales. En cuanto a movilidad sostenible, se ha logrado financiar 1.300 vehículos eléctricos e híbridos que disminuyen la gene­ración de más de 1.300 MW al año. Un trabajo mancomunado, entre los clientes que tienen la visión de hacer cambios con impacto y el financiamien­to con propósito de Banco Pichincha.

Para garantizar que los proyectos finan­ciados respondan realmente a criterios socioambientales, Banco Pichincha aplica metodologías basadas en taxonomía verde, estándares internacio­nales y procesos rigurosos de verifi­cación. Tal como explica Grey: “El banco exige, además de criterios finan­cieros, evidencias claras de impacto ambiental o social positivo, como eficiencia energética o certificaciones técnicas”. Este seguimiento asegura trazabilidad, transparencia y cumpli­miento de compromisos con aliados multilaterales.

Los clientes que han migrado hacia modelos sostenibles destacan benefi­cios como acompañamiento técnico, mayor eficiencia operativa y reducción de riesgos ambientales. Esta transfor­mación también fortalece su reputación, abre nuevas oportunidades comerciales y genera impactos sociales positivos dentro de sus comunidades.

En un entorno global donde la sosteni­bilidad define el futuro de la economía, Banco Pichincha se posiciona como un aliado clave para impulsar la innovación, fortalecer el desarrollo productivo y consolidar un modelo financiero que pone en el centro a las personas, el ambiente y la competitividad.

La confianza es la base de nuestro negocio y de la relación con cada diente. Quienes apuestan por la sostenibilidad buscan reducir riesgos y ganar competitividad. Estamos aquí para ser su aliado en esta transición con impacto

David Grey, gerente de Sostenibilidad y Asuntos Públicos

Más de 1.000 millones en biocréditos y miles de vidas beneficiadas reflejan el avance de este tipo de créditos.