Un video captado en Zamora Chinchipe muestra el escalofriante momento en que un hombre recibe una descarga eléctrica y cae desde lo alto de un poste, al que subió para ayudar a su compañero de trabajo que se había electrocutado.

Además de ser una imagen que conmueve, es una muestra de cómo los trabajos de alto riesgo se pueden desarrollar sin las mínimas medidas de seguridad en Ecuador.

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El mismo audiovisual evidencia que se cumplían labores sin arnés, sin guantes especiales, sin casco, sin botas dieléctricas. Ni una escalera, peor un camión grúa de canasta como los que se observan en las principales ciudades del país.

Las empresas cuyos obreros efectúan trabajos de alto riesgo tienen la obligación de proveer de equipos de seguridad; y, si no los entregan, el empleado puede negarse a exponerse a un ‘accidente’ de esta naturaleza.

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La segunda víctima de la tragedia fue un hombre que en su angustia por socorrer al amigo, o compañero de jornada, trepó presuroso al poste con tan mala suerte que rozó un cable de alta tensión y la descarga lo hizo caer. Dos muertes lamentables que pudieron evitarse con las debidas medidas de protección.

Las investigaciones determinarán si en este caso hubo irresponsabilidad del empleador al no dotar de equipos a los trabajadores, omisión o exceso de confianza de ellos, así como quién estaba obligado a notificar de una intervención para que se cortara el suministro eléctrico o por qué no se lo hizo.

En Ecuador está vigente un reglamento de seguridad y salud de los trabajadores que establece derechos, obligaciones y acciones para disminuir riesgos laborales. El primer artículo habla de promover una cultura de prevención y protección.

El incidente de Zamora Chinchipe debe ser una alerta para revisar las condiciones de trabajo y cumplimiento de normas de seguridad a las que obliga el Estado a fin de que no se repitan hechos dolorosos para las familias ecuatorianas. (O)