Diciembre es quizás el mes con mayor tráfico de viajeros, movimiento comercial y reuniones. La aparición de una nueva variante del coronavirus –de la que se estudian su letalidad, velocidad de contagio y comportamiento frente a las vacunas– ha generado que se disparen las alarmas y los temores por un probable incremento de contagios de COVID-19. Varios países empiezan a cerrar algunas conexiones aéreas.
En Ecuador, el Gobierno tenía previsto emitir ayer por la noche un anuncio del presidente sobre las medidas que se implementarán en el país por la variante ómicron, al tiempo que se propone una nueva meta de vacunación.
Las tasas de inmunización son desiguales en el mundo; mientras algunos países no han podido acceder a las vacunas por igual, otros que sí cuentan con disponibilidad de dosis se enfrentan a la resistencia de un sector de la población que ha prestado oído a teorías conspirativas y se niega a ser inmunizado, representando un peligro para la comunidad por ser el blanco para alojar el virus y retransmitirlo.
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Por tal razón, algunos Gobiernos han implementado medidas que propicien elevar la tasa de vacunados, una es exigir el carné de vacunación para ingresar a lugares públicos, incluso a los trabajos. Otra disposición es no dar asistencia médica pública y gratuita a quienes se hayan negado a vacunarse, así el infectado deberá correr con los costos de su tratamiento.
El Colegio de Médicos de Pichincha, provincia que presenta el mayor número reportado de casos de COVID-19 hasta la fecha, ha pedido que se disponga la disminución del aforo al 50 % en los sitios de diversión y en el transporte público.
Se acerca el 2022 y no hay visos de que la humanidad supere la pandemia. Para evitar volver a los confinamientos, además del uso correcto de la mascarilla, la desinfección de manos y el distanciamiento, la Organización Mundial de la Salud señala que es crucial que las personas se vacunen lo antes posible para protegerse contra la enfermedad grave y evitar que los hospitales se vean desbordados. (O)