Marlon Chito Vera capta la atención del Ecuador porque este 9 de marzo puede convertirse en el primer peleador nacido en esta tierra en ser campeón mundial de la UFC. El entusiasmo que despierta el encuentro con el estadounidense Sean O’Malley, por el título de peso gallo, tiene mensajes más allá de los que a viva voz envía el deportista.

“Yo creo que si cualquier ser humano, cualquier persona, se enfoca mucho en lo que dicen los demás no vas a llegar a nada en la vida porque, si la opinión pública te jode, no tienes la cabeza para hacer nada grande”, dijo el jueves pasado en respuesta a O’Malley. Independientemente de frases virales de ambos, vale apreciar el fondo de este pensamiento sobre enfocarse en las metas, la clara inspiración que lo ha llevado a las grandes ligas y ganarse el cariño de sus compatriotas.

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Otro mensaje silencioso nace de esos ecuatorianos que sin importar ningún tipo de inclinación política, religiosa u otras se han unido a dar su respaldo al Chito.

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Esa capacidad de unión es la que requiere el país para superar sus grandes problemas y divisiones. Qué diferente sería la búsqueda de soluciones si ante un conflicto social o económico se dejara de lado la competencia política para aportar, para apoyar, más allá de la autoridad que lidere el Ecuador.

La pelea de Chito Vera contra Sean O’Malley se definirá en el quinto round, dijo Michael Chandler

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El presidente Daniel Noboa, amigo del Chito, no se privó de expresar su respaldo: “Fuerza este sábado. Estoy seguro de que vas a regresar campeón. Aquí te esperamos en Ecuador, donde estamos peleando una guerra para darles paz y progreso a todos los ecuatorianos”.

La guerra de la que habla Noboa amerita el respaldo de todos los ecuatorianos, que este fin de semana suman fuerzas para ver campeón a Marlon Chito Vera.

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Al luchador, todas las buenas vibras para que traiga una alegría al Ecuador, que lo sueña campeón, y que su mensaje de unidad y perseverancia cale en todos como una oportunidad de sumar esfuerzos por un país enfocado en la solución de sus grandes problemas. (O)