Dos denuncias por tentativa de asesinato contra el presidente de la República, Daniel Noboa, se presentaron este mes de octubre. De ambas habló el mandatario en una entrevista con CNN en Español.

Las indagaciones en torno a los dos casos están abiertas y el país merece que se desarrollen con transparencia, que no se contaminen con calificativos y posturas políticas. Lo responsable es permitir a las autoridades de justicia que hagan su trabajo, se llegue a la verdad y establezcan responsabilidades. Los jueces no están ni en las redes sociales ni en los liderazgos partidistas. Lo que no quiere decir que la ciudadanía no pueda exigir resultados.

En el primer caso, la ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, denunció que el 7 de octubre pasado se lanzaron piedras y se hallaron signos de balas en el carro en el que se movilizaba el primer mandatario. La caravana presidencial fue atacada en el cantón El Tambo, en Cañar, según los reportes.

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La noche del 23 de octubre, el presidente hizo dos puntualizaciones ante las preguntas del periodista: las huellas eran de cohetes dirigidos al vehículo; son proyectiles que “igual te pueden matar”, dijo. Los detenidos como supuestos autores fueron liberados, pero el jefe de Estado aclaró que no han sido declarados inocentes. La investigación continúa, pero la justicia determinó que el proceso de detención no fue el correcto.

El segundo caso habría ocurrido el pasado 17 de octubre, cuando Daniel Noboa recibió un obsequio en Los Ríos. Él cree que es “imposible que haya sido accidental” que en tres productos hubiera químicos peligrosos. La denuncia también está en fase de investigación.

Es imprescindible que la justicia determine en los dos casos qué ocurrió, que los líderes políticos y la ciudadanía exijan transparencia sin intervenir, a menos que tengan judicialmente algo que aportar. Los equipos de seguridad e inteligencia están obligados a velar por la seguridad del presidente y establecer los niveles de riesgo para evitar exposiciones. (O)