El incendio forestal más reciente de Ecuador se registró ayer en Guayaquil, en la avenida Narcisa de Jesús; en la madrugada del mismo día se controló otro en Loja, al sur del país. Las pérdidas tienen relación con los hábitats naturales, pero también hay afectaciones económicas.

Un incendio forestal, en la mayoría de las ocasiones, se origina por la irresponsabilidad del ser humano.

No basta con el control del fuego que en el caso de Loja deja 100 hectáreas de daños a la flora y fauna en los sectores Nangora, Yamba y Granadillo, de la parroquia Malacatos en el cantón. De este y otros incendios debe investigarse si fueron provocados y los responsables asumir, además de la pena que dispone la ley, los gastos que causan.

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Incendio forestal en Loja afectó al menos 125 hectáreas de vegetación

Apagar un incendio forestal requiere de movilización de bomberos capacitados, de equipos a zonas de acceso complicado. Y se pone en riesgo vidas humanas.

A finales de agosto, para sofocar un incendio forestal en un cañón de Quito se requirió movilizar helicópteros. Fueron equipos del Cuerpo de Bomberos de la capital y de la Policía Nacional que podían destinarse a otras emergencias, pero que además representan altos costos de uso.

Un incendio forestal se reportó este 4 de septiembre en la autopista Narcisa de Jesús

El Código Orgánico Integral Penal (COIP) señala que “la persona que provoque directa o indirectamente incendios o instigue la comisión de tales actos, en bosques nativos o plantados, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”; si el acto se comete en áreas protegidas, frágiles o amenazadas, se aplicará el máximo de la pena aumentada en un tercio.

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La ley existe, para crear conciencia ciudadana es menester aplicarla con rigor y apegados a la justicia. Los agricultores, que mantienen la práctica de quemar monte, también son materia de sanciones si causan un incendio forestal. En ese caso pueden enfrentar una pena privativa de libertad de hasta seis meses.

Es necesario hacer conciencia de que dañar la naturaleza tiene un costo elevado para el planeta y también para el país. (O)