La Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) tiene un nuevo comandante de Policía, el general Víctor Herrera, y se espera que logre mejores resultados que sus predecesores y pueda alcanzar un control efectivo que dé más tranquilidad a los habitantes.
En lo que va del año se han dado 2.174 asesinatos en la Zona 8, siendo el distrito Nueva Prosperina el de mayor problema, con 515 muertes violentas. Además presenta un gran problema de criminales con armas cortas y largas.
Justamente, entre las nuevas estrategias que usaría el nuevo comandante estaría evitar la circulación de armas con mayores controles en el perímetro urbano y carreteras, así como escuadrones de reacción en los distritos problemáticos. Adicionalmente, llamó a trabajar más y mejor a la Judicatura, Fiscalía y al sistema de rehabilitación social, puesto que un trabajo conjunto, cada institución desde sus funciones, daría más resultado.
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Desde la ciudadanía se quisiera creer que eso es posible, para así volver a salir al trabajo o a un parque sin temores. Pero hay zonas en las que eso ya no es parte de la realidad y prefieren encerrarse en casa antes de que comience la noche. En las pasadas elecciones hubo puntos en los que incluso se temía salir a votar.
Uno de ellos es Durán, que sigue pidiendo más controles, ya que pese a que el cantón está en emergencia desde hace varios meses, la violencia sigue llenando sus días. Incluso un grupo de policías que trabajaba en un operativo el fin de semana fue baleado desde un vehículo por antisociales fuertemente armados, dejando un uniformado herido.
Y el problema va más allá de la Zona 8, hay otros lugares que también claman por atención en este tema, como Villamil Playas, donde en la semana anterior hubo al menos cinco asesinatos y la gente está con miedo hasta de decir qué vio.
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Es necesario que el Estado cumpla con su primera tarea de brindar seguridad, porque esta afecta a todas las áreas de la vida cotidiana de las personas. Acciones y resultados, eso espera la población. (O)