Sí, estoy a favor de la suspensión de las patentes a las vacunas contra el COVID-19. El derecho a la preservación de la vida tiene supremacía sobre el acceso a la vacuna, que es un bien común, y prevalece sobre el derecho a las utilidades de las farmacéuticas. Los efectos devastadores de la pandemia afectan a 7.500 millones de seres humanos, es decir, a todos los habitantes del planeta.

Se impone el derecho a vivir, a encontrar un tratamiento excepcional para que se suspendan temporalmente los derechos económicos de propiedad intelectual a las industrias farmacéuticas. Hay que ponderar el derecho a la vida de todos, frente al derecho a la propiedad y al disfrute de los beneficios de la investigación científica de las farmacéuticas. Dicha industria negocia en cifras desconocidas el valor unitario de las vacunas. No se conoce el costo de producción. Se paga anticipadamente, pero no se entrega de inmediato el producto que aún se está procesando, mientras que la angustia del mundo es prevenir y preservar la vida. Hay Estados en condiciones de pobreza que no poseen los recursos para satisfacer el precio oculto de las vacunas, y se ha creado una situación de inequidad al no poder acceder a la vacuna. Entonces procedería una acción afirmativa para resolver en justicia. Las farmacéuticas deberían efectuar una donación de dosis a los países pobres; se podrían producir las vacunas en territorio nacional en asocio con las farmacéuticas locales; ceder temporalmente a la comunidad internacional los beneficios de la propiedad intelectual; o que una resolución de la Organización Mundial de la Salud, OMS, en concertación con la Organización Mundial del Comercio, OMC, arriben a una salvaguarda excepcional en beneficio de la humanidad. La urgencia es la supervivencia de la humanidad. Estados Unidos, India, Sudáfrica, Rusia, la Comunidad Europea y la racionalidad humana exigen la vacunación universal sin sectores preteridos, porque todos los miembros de la familia humana tenemos derecho a vivir. (O)

Franklin Moreno Q. doctor en Jurisprudencia, Guayaquil