El proceso para la presentación de iniciativas privadas para el proyecto del viaducto sur de Guayaquil no corresponde a una licitación de construcción aún. En diciembre próximo se recibirán ofertas no mercantiles de cómo cada proponente quisiera realizar el esquema de una alianza público-privada. Si todos los participantes cumplen los requisitos de experiencia y solvencia, el que requiera menos aporte estatal para el proyecto será el ganador de la mejor iniciativa y efectuará a su costo los estudios de factibilidad técnica. Con esos estudios los calificados harán su propuesta firme de llevar adelante la ejecución de la obra. Mediante reglas del Ministerio de Transporte se valorarán las ofertas. Luego de la entrega de las iniciativas en diciembre no se sabrá quién construirá, solamente quién se encargará de los estudios. Siendo así el proceso, hasta determinar el socio que se haga cargo de la obra, no será corto. La obra tiene más aspectos por abordar, para garantizar el éxito del proceso. No sería legal forzar el tráfico por el nuevo viaducto a toda la carga que sale de los puertos del sur de Guayaquil. Los usuarios deberán encontrar solos los beneficios de esta extraordinaria obra. Existen muchos depósitos de contenedores en la vía Perimetral, por lo que muchas unidades forzosamente circularán por esta. Hay carga que sale hacia las vías a la costa y Daule que no usaría el nuevo viaducto. Podría ser que no se cuente con una masa suficiente de usuarios, principalmente de aquel que paga los más altos peajes como es el extrapesado. Mientras más pronto se socialicen conceptos como riesgo operacional, pago por disponibilidad de servicio o aporte estatal, será mayor la generación de soluciones que viabilicen esta obra. (O)

Luis Fernando Illingworth Guerrero, ingeniero, avenida Samborondón