Hace 70.000 años organismos pertenecientes a la especie Homo sapiens empezaron a formar estructuras todavía más complejas llamadas cultura. Tres revoluciones importantes conforman el curso de la historia. La revolución cognitiva marcó el inicio de la historia hace 70.000 años. La revolución agrícola la aceleró hace 12.000 años. La revolución científica, que se puso en marcha hace solo 500 años, bien pudiera poner fin a la historia e iniciar algo completamente diferente. Lo más importante que hay que saber acerca de los humanos prehistóricos es que eran animales que no ejercían más impacto sobre su ambiente que los gorilas, las luciérnagas o las medusas. Los humanos evolucionaron por primera vez en África oriental, hace 2,5 millones de años, existiendo varios tipos de homos.
Suponemos que un cerebro humano con un volumen promedio de 1.200-1.400 centímetros cúbicos con capacidades de aprendizaje y capacidad de crear estructuras sociales complejas es una ventaja enorme que hizo del ser humano el animal más poderoso de la Tierra, comparado con otros mamíferos.
El fuego no solo cambió la química de los alimentos; cambió así mismo su biología. La cocción mataba gérmenes y parásitos que infestaban los alimentos. El lenguaje evolucionó como un medio de compartir información sobre el mundo. Según el autor Yuval Noah Harari, los sapiens pueden cooperar de manera extremadamente flexible con un número incontable de extraños; esta es la razón por la que los humanos dominan el mundo. Como el Homo sapiens fundó ciudades con miles de habitantes e imperios que gobernaban a cientos de millones de personas, el secreto fue seguramente la aparición de la ficción; un gran número de extraños pueden cooperar con éxito si creen en mitos comunes que solo existen en la imaginación colectiva de la gente.
Publicidad
Hace 10.000 años el trigo solo era una hierba silvestre. De repente, al cabo de solo unos pocos milenios, crecía por todo el mundo convirtiéndose en una de las plantas de más éxito en la historia de la Tierra. Vemos que en las llanuras de Norteamérica en ese periodo no crecía ni un solo tallo de trigo; en la actualidad se pueden recorrer
centenares y centenares de kilómetros sin encontrar ninguna otra planta que el trigo. Así la revolución agrícola puso a la humanidad en el camino de la prosperidad y el progreso. Otros dicen que la llevó a la perdición. Un punto de inflexión dice que los sapiens se desprendieron de su simbiosis íntima con la naturaleza y salieron corriendo hacia la codicia y la alienación. En fin, la agricultura permitió que las poblaciones aumentaran radical y rápidamente, desarrollando imperios y civilizaciones. (O)
Gonzalo Garcés, Quito
Preguntas abiertas: ¿Cuál considera usted que debe ser el rol de la Vicepresidencia en Ecuador? (O)