En el sector La Ciudadela con viviendas alrededor en el cantón Bahía de Caráquez, una cancha deportiva que el Municipio construyó en un solar vacío, los pelotazos en las mallas y en el muro de la pared que colinda con las casas son insoportables; una de esas casas es la de mi comadre de la tercera edad, quien está cansada de reclamar al cabildo y no ser escuchada.

El ruido quita el descanso a las personas; a su pesar, algunas decidieron mudarse por la mala vecindad de personas que ni siquiera viven ahí y porque nada soluciona el Municipio. La cancha fue socializada con los de afuera y no con los que viven con el ruido de los balonazos y las palabras soeces de los jugadores hasta altas horas de la noche. Una cancha de juegos legalmente se construye siempre en un solar aislado para evitar problemas. Los fines de semana no se descansa porque los pelotazos madrugan, para la intranquilidad de vecinos que viven en la ciudadela durante más de 70 años. Al parecer la Alcaldía injustamente da más derecho a su cancha mal ubicada que a los perjudicados. Ojalá que los que la promueven no sea para ganar votos a futuro a costa de la tranquilidad de otros y que el Gobierno haga algo porque el Municipio nada hace por reubicar esa cancha mal ubicada; si no, las familias seguirán reclamando el derecho a la tranquilidad. (O)

Sandra Santos Zurita, ama de casa, Santo Domingo de los Tsáchilas