El gobernador o la gobernadora de cada una de las provincias del Ecuador es el funcionario público designado para representar al presidente de la República en territorio, enfocando su labor en garantizar una gestión oportuna y eficiente en la provincia a la cual representa.
¿Es hora de una nueva Constitución?
La función principal de un gobernador es representar al Poder Ejecutivo, asegurando que se cumplan las leyes y políticas del Gobierno central. Entre sus responsabilidades se encuentran supervisar el buen funcionamiento de los servicios públicos provinciales, informar al presidente sobre las necesidades y avances en obras y coordinar con los ministerios para la aplicación de políticas públicas en la provincia, incluida la seguridad.
Por eso, es oportuno preguntar: ¿están cumpliendo los gobernadores con sus funciones específicas en cada una de sus jurisdicciones territoriales?, ¿conocen las problemáticas, necesidades y requerimientos existentes en las cabeceras cantonales y parroquiales, así como de las comunidades rurales?, ¿coordinan con los Gobiernos autónomos descentralizados, provincial, cantonal y parroquial para trabajar y articular esfuerzos conjuntos, en la ejecución de obras trascendentales, y no duplicar recursos económicos?, ¿los gobernadores informan al mandatario de los problemas que afrontan las provincias, como la falta de atención en las carreteras estatales y la escasez de medicinas y médicos especialistas en los hospitales públicos?
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El Gobierno se ha descuidado de trabajar en recuperar la infraestructura educativa antigua, que está en condiciones deplorables, y en dotar de aulas y mobiliario; también, debe preocuparse por los pequeños agricultores, quienes no solamente necesitan bonos; requieren asistencia técnica, capacitación, insumos agrícolas y más para evitar que siga aumentando la migración campesina. (O)
Arturo Lara Noriega, comunicador social, Riobamba


















