Los sueldos de los docentes suelen ser determinados por los indicadores de carrera en la América Latina, por ejemplo: las calificaciones, los años de experiencia laboral (antigüedad), los cargos administrativos, los niveles de instrucción; pero en Ecuador solo somos considerados los profesores estatales, como servidores públicos en el papel (ley), dado que si comparamos el sueldo de un docente con 30 años de servicio y el de un servidor público de otro ministerio que no es de Educación quedamos cortos en la paga.

Por qué esa injusticia con los profesores, enseñamos desde escribir, leer, razonar, descubrir y desarrollar aptitudes. Sin los docentes no hubiesen profesionales en todas las carreras. Parece que la palabra del presidente Lasso y de su ministra de Educación solo son eso, palabras, que iban a mejorar el sueldo a los maestros públicos. Con los bajos sueldos pagamos servicio de internet caro e ineficiente para dar clases virtuales por el celular y la computadora, pagar por actualizaciones, etc. La famosa ley Humanitaria nos esquilmó el sueldo por seis meses. Tenemos un consumo elevado de energía eléctrica, por el teletrabajo. El país increíblemente produce energía y nos damos el lujo de exportarla a 4 centavos a Colombia, pero nosotros debemos pagar 10 centavos por cada kilovatio; eso es de Ripley. (O)

Vicente A. Zea León, ingeniero agrónomo, Pasaje, El Oro