El cambio generacional ha llegado a la instancia legislativa en la Asamblea Nacional.

Esfuerzos se vienen adelantando desde el mundo académico, mediante procesos formativos en ciencias políticas y afines para formar una generación que dimensione la importancia de la política con conocimientos y argumentos sólidos, poniendo toda su capacidad en el fortalecimiento de nuevos liderazgos juveniles para el ejercicio transparente y ético de la política y el manejo pulcro de los recursos públicos. Intencionalidades que en no pocos casos sucumben en la práctica, ante el ‘aprendizaje acelerado’ de todo tipo de mañas, artilugios y argucias de una clase política que, sin rubor alguno, ha hecho de esta noble actividad un negocio lucrativo cuando llega a cargos de representación popular; generándose un déficit profundo en la renovación de espacios de gobernabilidad. Renovar la política en el Ecuador es fundamental para cambiar la mentalidad y el lenguaje con los que hemos entendido y tratado los asuntos públicos. Habrá que educar a la clase política, y a los jóvenes, a la nueva generación que llega, sobre todos los estigmas del descrédito, para liberarse de las sombras del autoritarismo y la corrupción, y la política renazca con transparencia, moral y ética públicas. (O)

Jimmy Javier Montaguano Jiménez, sociólogo; Santa Rosa, El Oro