Se necesita más transparencia en los proceso de postulación de docentes.

Nuevamente aperturaron el proceso de la postulación de la Universidad de Guayaquil en la que participé en dos facultades distintas en el año 2020, y la calificación de mis documentos en dichos lugares fue muy abismal perteneciendo a la misma Universidad, esto solo obedece a misterio, ya que mientras una facultad me valoró con cero toda mi documentación, la otra facultad sí dio la valoración conforme lo dictaba su reglamento interno y cumplía las bases de participación. Pero en un solo documento coincidieron en no considerarlo, el cual refería toda mi historia laboral en la misma Universidad de Guayaquil, por lo que apelé en ambas situaciones. Es inverosímil que dicho certificado laboral siendo entregado por la Unidad de Talento Humano fuera rechazado por el personal designado en dicha comisión, solo porque no se lo notarizó, ya que en la notaría indicaron que era un documento original y no necesitaba hacer dicha acción. Situaciones como esta son el pan de cada día en nuestra sociedad, donde uno se esmera por participar limpiamente con honestidad, pero al parecer hay cierto rechazo de que la hoja de vida en la que se demuestra conocimiento y experiencia, sea dejada de lado por intereses alejados de procurar mejoras en la educación. (O)

Yan An Cornejo Montoya, ingeniera de Sistemas, Guayaquil