La pornografía infantil es toda representación visual, gráfica o textual, incluidos dibujos animados y videojuegos, que de manera real o simulada, explícita o sugerida, involucra la participación de niños y adolescentes en el desarrollo de actividades sexuales, o en la exhibición de genitales, con fines sexuales.

En la actualidad este delito se difunde a través de internet, teléfonos celulares y otros medios en los que sea posible la grabación y reproducción de imágenes o videos. Los criminales han encontrado que internet puede ser su aliado a la hora de producir, distribuir y vender material de abuso sexual contra menores de edad (conocido como pornografía infantil); tristemente la inocencia de sus víctimas, unida al descuido de los padres, termina contribuyendo en su repudiable delito. Los padres pueden reducir el riesgo de que sus pequeños caigan en estas redes criminales: no compartan, no publiquen imágenes de sus niños en situaciones que puedan ser sacadas de contexto; no digan en las redes sociales cuándo sus hijos están solos en casa; evite hacer públicas las discusiones o peleas que tenga con sus hijos; hable con sus hijos de manera franca y directa de los riesgos que pueden encontrar en línea; estimule a los niños a denunciar y a contarle cualquier conducta comprometedora, la confianza y el control son las claves para evitar ser víctimas. Los delincuentes sexuales trabajan en crear barreras entre sus víctimas y sus familiares, buscan que se sientan solas, abandonadas o incomprendidas. (O)

Mario José Monteverde Rodríguez, doctor en Medicina, Guayaquil