Con respeto y consideración me dirijo al señor alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez.

En primer lugar, lo felicito, ya que sigo sus conferencias y llegué a la conclusión de que es una persona de consensos donde prima el diálogo respetando opiniones diferentes, sin el ánimo de ofender y demostrar, como muchos politiqueros, ser dueño de la verdad. En segundo lugar, considero que es lamentable que algunos políticos, en vez de servir al pueblo, se sirven a sí mismos, cogiendo como caja chica instituciones que pertenecen a todos los ecuatorianos.

El talón de Aquiles

Con ese análisis le comento: soy usuario del servicio Metrovía, el cual en los primeros meses consideré muy acertado de parte de la autoridad; ese es el medio de transporte predilecto para la mayoría de los guayaquileños y ecuatorianos que residen en nuestra ciudad. Pero en la actualidad, con profunda tristeza, en una escala del 1 al 10, la calificación que a mi criterio merece el servicio, sin temor a equivocarme, está entre 1 y 2. Esto debido a varios aspectos, desde la espera de las unidades que, sin exagerar, pasa una cada 15 minutos o más, donde la aglomeración y espera hace que se deba cambiar el nombre a un “servicio de carga”, por el exceso de personas que transportan los buses.

Publicidad

‘Ineficiente e inseguro’: un sistema con nuevo trazado de rutas en Guayaquil proponen expertos ante problemas del transporte masivo

En su terminal la mayor parte se encuentran estacionadas, dando la impresión de que es un cementerio de carros viejos, que nunca les dieron el mantenimiento requerido para un buen funcionamiento. Como sugerencia considero que debe ser prioridad recuperar el buen estado de este servicio de uso diario para gran parte de los guayaquileños.

Dios lo bendiga. Pase a la historia como el alcalde que recuperó y salvó un servicio público tan necesario para la ciudad. (O)

Colón Vicente Quiroz Ferruzola, Guayaquil