He vivido por más de 40 años frente al Centro Cívico, ubicado entre las calles Venezuela y Guaranda, como mi casa es de dos pisos con balcón, se puede ver fácilmente desde aquí cómo está de abandonada la que fue en su momento una hermosa piscina del Centro Cívico.

No se debe dejar agravar las cosas

Escribo esta carta esperando que alguien pueda alertar al Municipio, al Gobierno nacional, al Ministerio del Deporte, o inclusive al Ministerio de Salud, el grave riesgo que se está fraguando en las estancadas aguas de esta piscina, producto de las lluvias de la estación invernal.

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Tal parece que nadie se interesa o nadie le importa lo que ocurre aquí, pero al leer que nuestro vecinos del Perú están azotados actualmente por una epidemia de dengue, lo menos que podemos hacer es preocuparnos por esta fuente de insalubridad que tenemos frente y alrededor de nuestros hogares, sin que la mayor parte estén enterados pues los muros que rodean a la piscina no permiten a los transeúntes ver cuál es el estado real y potencialmente peligroso de esta piscina abandonada. Pido por este medio que alguna autoridad de salud envíe una brigada antes de que se convierta en un problema . (O)

Carlos Eduardo Idrovo Coppiano, docente universitario, Guayaquil